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El Gobierno ha visto en Ciudadanos un apoyo alternativo a ERC en votaciones importantes. A ambas partes les viene bien este acercamiento y, por lo tanto, quieren asegurar una buena relación. La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha recibido al portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, en el Palacio de La Moncloa para valorar la situación política actual y detectar las necesidades de la ciudadanía.
? Esta mañana @BalEmundo, @MarinaBS_Cs, @CCuadradoCs y @jmespejosaav se han reunido en La Moncloa con la vicepresidenta Carmen Calvo y parte del equipo de Gobierno.
?? Han dialogado sobre las medidas necesarias para salir ordenadamente del estado de alarma por el #COVID19 pic.twitter.com/8ZPWiw5VTQ— Ciudadanos ???????? (@CiudadanosCs) June 12, 2020
También tratarán el futuro de esta relación. El Ejecutivo sabe que es difícil que los de Arrimadas y los republicanos voten juntos, pero lo va a intentar. Sumar a los naranjas, por lo menos en votaciones de leyes orgánicas o decretos importantes, es esencial para garantizar una cierta estabilidad en la legislatura. Con este encuentro, poco quedará de la negativa de Albert Rivera a hablar con el Ejecutivo y con el propio presidente. El expresidente del partido liberal se ha quedado fuera de lo que ahora es Ciudadanos.
En el encuentro han participado más personas. Por parte del Gobierno, ha estado presente la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias; el secretario de Estado de Relacciones con las Cortes, Antonio Montilla; y el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños. Por parte de Ciudadanos, han estado la secretaria general del partido, Marina Bravo; y los vicesecretarios Carlos Cuadrado y José María Espejo.
El PP, desorientado
El partido de Pablo Casado no tiene una estrategia clara a seguir. Un día apelan a la moderación y al PP como "la casa del votante", sea cual sea su ideología, como arremeten con saña contra La Moncloa. Los de Génova 13 quieren abarcar al votante de centro, de centro-derecha, de derecha… Incluso al votante socialista desccontento con la acción del Gobierno.
Sin embargo, la diversidad del discurso le puede salir caro: las últimas encuestas dan al partido de Arrimadas un repunte en número de escaños -aunque sea muy leve- que puede ir a más. El PP, por lo tanto, debería endurecer su discurso frente a Vox, uno de los principales competidores del propio Casado. Por el bien del PP y del país, el líder de la oposición debe recuperar la posición de Estado que nunca tuvo que abandonar.
