Los equipos negociadores del PSOE y ERC han pisado fuerte el acelerador para intentar reducir los tiempos que hagan a Pedro Sánchez presidente del Gobierno con todas las facultades. Después de dos semanas en los que los contactos han sido escasos y muy discretos, socialistas y republicanos pretenden se reunieron ayer en Madrid para cerrar un acuerdo en las próximas horas que permita que el candidato a la Presidencia del Gobierno sea investido presidente en el Congreso de los Diputados los primeros días del 2020. En específico, ambos pretenderían que el debate y posterior votación se produjera entre el 2 y el 5 de enero.
Según las fuentes consultadas, hubo "avances" en las negociaciones a pesar de que el acuerdo todavía no está cerrado. Se trata de la cuarta reunión entre las dos formaciones, y la primera tras 15 días sin verse. No obstante, Esquerra aseguró que no hubo "novedades relevantes". Ambos partidos pretendían cerrar ayer el acuerdo que dará lugar a la mesa de Gobiernos que encauce el desafío soberanista en Cataluña.
Los contactos entre los dos dirigentes de la negociación, Adriana Lastra y Gabriel Rufián, no han cesado en estas dos últimas semanas. El deseo de ambos es que el acuerdo permita que Sánchez sea investido la víspera de Reyes, pero ninguno está en condiciones para confirmarlo.
Los trámites intermedios pueden retrasar los plazos
Cuando el acuerdo entre las dos formaciones esté cerrado y permita desbloquear la situación política del país, se tendrán que cumplir unos trámites que, si bien no complicarán la formación del gobierno de coalición, sí puede retrasar la investidura.
Tanto el PSOE como ERC deberán someter al veredicto de sendas direcciones el acuerdo firmado, una reunión cuya convocatoría varía en función de los estatutos de cada formación: el Consejo Nacional de los republicanos debe ser convocado con 24 horas de antelación, mientras que el del PSOE no es tan extricto.
Además, Sánchez y la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, tendrían que consensuar las fechas para convocar el pleno de investidura. Si fuera en fin de semana, la Mesa de la Cámara Baja tendría que repetir un procedimiento que aprobó hace unos días para permitir que se celebren plenos en días no laborables, entre el sábado y el lunes.
Los dos últimos días del año, claves
ERC sigue esperando que la Abogacía del Estado se pronuncie acerca de la inmunidad de Oriol Junqueras como eurodiputado. Un dictamen positivo acerca de la situación judicial del exvicepresidente catalán, aunque no pidiera explícitamente su "inmediata liberación", podría destensar la relación entre los de Gabriel Rufián y el PSOE.
Además, el acuerdo entre los dos partidos tendría que hacerse público y presentarse a la opinión pública mientras que las dos formaciones le dan el visto bueno y Sánchez decide, junto a Batet, la fecha de la investidura. Por lo tanto, los días 30 y 31 de diciembre son esenciales para determinar el devenir de los acontecimientos políticos a principios del nuevo año que podría acabar con una situación que se torna en insostenible tras casi 10 meses de desgobierno y bloqueo institucional.