La Mesa del Congreso de los Diputados ha habilitado que la Cámara Baja pueda celebrar un pleno el próximo 28, 29 y 30 de diciembre en el que caso de que Pedro Sánchez contara con una mayoría suficiente que le permitiera salir investido como presidente del Gobierno de España. El órgano rector del Congreso ha dejado claro que es independiente de las negociaciones entre el PSOE y ERC porque el acuerdo no está cerrado; solo es una medida preventiva a la espera de que los republicanos decidan su posición respecto a la candidatura del secretario general socialista.
Este procedimiento es un paso decisivo hacia la investidura. El artículo 62 del Reglamento del Congreso establece que los días en los que se pueden celebrar plenos es de martes a viernes, y siempre que se quiera hacer entre el sábado y el lunes lo tiene que aprobar la Mesa. Si no se celebrara esta misma semana, todo apunta a que Sánchez podría revalidar su cargo al frente de La Moncloa el 5 de enero.
Esta decisión de la Mesa del Congreso llega en uno de los momentos finales de la negociación del PSOE con los independentistas catalanes. A pesar de que ninguno lo reconoce, las conversaciones están muy avanzadas y alguans fuentes apuntan a que el acuerdo está a punto de firmarse. Para que el debate y votación de investidura se celebrara en la última semana del año, Esquerra debería anunciar el acuerdo con los socialistas entre hoy, mañana y final de semana. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y el propio Sánchez decidirían las fechas de la investidura, que todo apunta a que se celebraría el viernes 27, el sábado 28 con la votación que implica la mayoría absoluta y, en el caso de que el candidato no contara con al menos 178 votos, se celebraría una segunfa votación ya el lunes 30.
Vox, al gallinero
La Mesa del Congreso también ha tomado otra serie de decisiones. Entre ellas, la distribución de los grupos parlamentarios en los 350 escaños. El órgano del Hemiciclo no ha permitido que los 52 escaños del partido ultra estén en la parte visible de la Cámara Baja y han partido el grupo en dos partes: habrá dos ocho diputados de Vox a la altura del PP en las dos primeras bancadas del lado del centro-derecha, por delante de Ciudadanos, y el resto de sus diputados irán al gallinero, algo que no ha agradado a los de Santiago Abascal.
Tras las elecciones generales del 10 de noviembre, el vicepresidente cuarto del Congreso, Ignacio Gil Lázaro, aseguró que Vox no iría al gallinero. "Se estaría cometiendo un acto ilegítimo", aseguró ante los medios de comunicación.
El Grupo Plural sale adelante
De los nueve diputados que forman la Mesa, solo Gil Lázaro ha votado en contra de la composición del Grupo Plural. Este ocupará los sitios del gallinero entre la bancada socialista y la central, por detrás de Bildu y al lado de Vox.
