Solo es un cálculo aproximado, como otros, sobre la cantidad de toneladas de droga que entran por las costas del Sur de España, destinadas a su distribución por territorio nacional y a ser exportadas a mercados de otras zonas de Europa, donde los cárteles se entrelazan a la par que se lanzan dentelladas en defensa de sus negocios. Se cree que las aprehensiones son el 20% de los estupefacientes que entran por el Mediterráneo.
Las cifras de las incautaciones son una muestra de los miles de kilos que se trafican cada año, en un mercado que lejos de oír cualquier consejo que desaconseja su consumo, aumenta y cada vez lo hace en peores condiciones de calidad. La droga que llega al consumidor está tan adulterada que los test tienen que aplicarse a fondo, para averiguar de qué se trata. Las dosis son cortadas una y otra vez, segun cambian de manos, y con cada corte los beneficios aumentan en una cadena casi interminable.
En las últimas 12 semanas, desde diciembre (2018), los agentes han intensificado sus actuaciones en las costas, con redadas y alijos de toneladas, principalmente de hachís. La Línea de la Concepción y Campo de Gibraltar (Cádiz), son dos las grande puertas de entrada, pero cualquier rincón costero, por difícil acceso que tenga, se ha convertido en lugar donde alijar la mercancía que llega de Marruecos.
Además de usar barcos, motos de agua y narcolanchas, los narcos abren agujeros para seguir con el negocio. En diciembre fueron aprehendidos 2.700 kilos de hachís cuando alijaban en la costa de Ayamonte (Huelva), descargados de una narcolancha; días después trataron de colar 1.200 kilos de cocaína, traída de Ecuador a Algeciras y Amberes (Bégica), en una operación de las mafias del norte europeo. Más tarde se halló, en la furgoneta de un belga, 152 kilos de hachís, en el puerto de Algeciras; y 408 kilos de hachís fueron recuperados por los agentes, tras un intenso tiroteo en Algeciras.
Ya en enero, además de dar con una banda que emplean drones para asegurar su alijos (12 detenidos en La Línea), se incautaron 1.246 kilos de hachís ocultos en un zulo y un vehículo, en el Campo de Gibraltar; en otra operación se apresó a 28 miembros de una banda sospechosos de traficar hachís desde África al Campo, y casi se cierra el mes con 800 kilos de hachís y otros 32 arrestos de personas vinculadas al narcotráfico, pero hubo más operaciones, a diario, en esta lucha sin cuartel.
Febrero, tampoco ha estado mal. Localizados 3.900 kilos de hachís en una vivienda rural de Estepona y 60 kilos de hachís en Albacete; 4 detenidos de un clan familiar que escondían 200 kilos de hachís; una furgoneta con 637 kilos fue abandonada tras una persecución policial en Tarifa; otros 14 arrestos y 3,5 toneladas de droga que ha movido una banda hacia Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Suecia y Reino Unido; además de dar con una célula de la camorra italiana de los Marranella en Málaga y Campo de Gibraltar, y hacer una buena limpieza del clan de Los Castaña.
Marzo ha continuado con las macro redadas, ya iniciadas semanas antes. La guerra a los narcos está servida y apuntalada por la Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave 2019-2023.