El secretario general del PP, Teodoro García Egea, anunció ayer a la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, su negativa a facilitar la investidura de Pedro Sánchez con una abstención en bloqueo del grupo popular en la Cámara Baja. En una reunión en la sede de la soberanía nacional, el número dos de Pablo Casado advirtió también de que el PP no participará en ningún cordón sanitario a Vox en la Mesa del Congreso si sus votos lo pudieran permitir, algo que el propio PSOE les ofreció hace unos días a cambio de tener una mayor representación en el órgano de gobierno del Congreso.
??? @Adrilastra antes de la #DiputacionPermanente: El PP no quiere entrar en el cordón sanitario a la ultraderecha. Ya ha dicho que no quieren excluir a Vox de la Mesa del @Congreso_Es.
Sin el PP, Vox no tendría la presencia que está teniendo en la política española pic.twitter.com/E0GuzOmFWk
— PSOE Congreso (@gpscongreso) 27 de noviembre de 2019
El encuentro se produjo en torno a las 12.30 horas para anunciar la negativa del PP a la formación de un gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos porque los populares son "la alternativa". Sin embargo, García Egea tendió la mano a Lastra para alcanzar acuerdos en temas claves del Estado como son los Presupuestos Generales, pactos de Estado o incluso alguna ley.
Estar reunión entre dos de los pesos pesados de sendos partidos es el primer encuentro de los dos partidos más votados en las elecciones generales del 10 de noviembre. No se había mantenido ningún contacto desde los comicios, cuando Casado llamó a Sánchez para felicitarle por el resultado electoral y no obtuvo respuesta alguna.
La Mesa del Congreso y la nueva encrucijada PP-Vox
El órgano de gobierno de la Cámara Baja se compone de nueve sitios que tendrán dueño el próximo 3 de diciembre, cuando se constituyan las Cortes Generales. Todas las fuentes apuntan a que tendrá una distribución similar a la de la legislatura pasada, con cinco puestos progresistas -tres para el PSOE y dos para Unidas Podemos– para alcanzar la mayoría del órgano rector, y cuatro para los conservadores.
La intención del bloque de izquierdas es impedir que Vox se haga con un puesto en la Mesa y en una de las 30 comisiones que hay abiertas. Para alcanzar un puesto, los ultras necesitan 71 escaños frente a los 52 escaños que tiene ahora. Necesitarían 19 votos del PP, que no se ha pronunciado hasta ahora sobre si cederá dichos escaños para que los de Abascal tengan un puesto en la Mesa del Congreso o no.