Victoria Federica, la hija mayor que la infanta Elena tuvo con su ex marido, Jaime de Marichalar, se llevó el pasado fin de semama uno de los mayores sustos de su aún corta vida. La nieta de los reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, pasó el viernes y el sábado celebrando su 22 cumpleaños. Sin embargo, el domingo comenzó a sentir unas molestias en la zona abdominal, que con el paso de las horas se convirtieron en intensos dolores. Así las cosas, fue trasladada inmediantanmente en ambulancia a un hospital de Madrid, donde tuvo que ser operada de urgencia.
Según el portal Vanitatis, que se atribuye la exclusiva de la noticia, a la sobrina de los reyes Felipe y Letizia le diagnosticaron una peritonitis, una complicación que, si no se trata a tiempo, puede ser potencialmente mortal, pero que en sus primeras etapas es fácilmente reversible.
Por su parte, el diario El País, que cita fuentes cercanas a la joven, publica que Victoria Federica fue intervenida de apendicitis. La modelo e 'influencer' habría permanecido ingresada hasta este martes, de acuerdo con la información que aporta el citado periódico. Actualmente, se encuentra en proceso de recuperación y fuera de peligro, dice el mismo medio.
Cabe recordar que una peritonitis es la inflamación repentina de la membrana interna que cubre el abdomen. Puede deberse a varias causas, pero lo normal es que sea una infección bacteriana la causante y que la haya provocado la inflamación de algún órgano, siendo el apéndice el más habitual.
Mientras, la apendicitis es una inflamación del apéndice, que también tiene que ser operada de urgencia, pero no afecta forzosamente a la membrana del abdomen. En todo caso, la peritonitis suele ser una complicación de la apendicitis. Una peritonitis no tratada evoluciona rápidamente hacia la deshidratación de la persona, y le afecta a todos los órganos abdominales, haciendo que éstos dejen de funcionar.
Tal y como cuenta Vanitatis, la hija de la infanta Elena festejó el día 9 de septiembre por la noche su cumpleaños. El sábado 10, se desplazó hasta Valladolid, donde por la tarde toreaban José María Manzanares, Diego Urdiales y Andrés Roca Rey, íntimo amigo suyo. En la plaza de toros de la capital castellanoleonesa, Vic, como la llaman en su entorno, vivió un momento especialmente emocionante cuando el torero peruano le brindó su segundo toro. El día 11, de repente, notó que algo no iba bien, y cuando comenzaron los fuertes dolores, acudió rápidamente en ambulancia al hospital.