Triste pérdida para la infanta Elena. Ha muerto José María Álvarez de Toledo, íntimo amigo de la hija mayor de los Reyes Eméritos, a los 73 años de edad. El fallecido estaba casado con Rita Allendesalazar, condena de Ventosa, hija de un antiguo jefe de protocolo de la Casa Real y una de las personas más importantes en la vida de la hermana del rey Felipe VI. Ambas son inseparables desde la infancia, a pesar de que les separan cinco años. La duquesa de Lugo tenía también una estrecha relación con su marido.
Según adelantaba este jueves la edición digital de la revista ¡Hola! y recoge este viernes el portal Vanitatis, el conde de Ventosa murió esta semana en Segovia, provincia donde el matrimonio tenía una finca en la localidad de Muñopedro. La Infanta visitaba esa casa con bastante asiduidad para pasar tiempo con los miembros de la pareja que, más que amigos, eran como hermanos para ella. Doña Elena estuvo el pasado lunes en Valladolid junto a su hija, Victoria Federica, tal y como informa el diario El Norte de Castilla, que cuenta que su presencia en la capital castellanoleonesa estaba motivada por los poblemas de salud que finalmente han acabado con la vida de Álvarez de Toledo, ya que se la vio en compañía de la propia Rita Allendesalazar.
De acuerdo con varios periódicos regionales, la capilla ardiente del conde de Ventosa se instaló este jueves en el Tanatorio de San Juan de la Cruz de Segovia, hasta donde se trasladó Elena de Borbón para apoyar a su íntima amiga. El féretro ha sido llevado luego a la población de Muñopedro, donde este Viernes de Dolores ha tenido lugar el funeral y posterior entierro, a pesar de que el fallecido era originario de Valencia.
Victoria Federica ha expresado públicamente su dolor a través de las redes sociales. La joven ha colgado en las 'stories' de su perfil de Instagram unas palabras atribuidas a San Agustín. "La muerte no es nada. Yo solo me he ido a la habitación de al lado. Yo soy yo, tú eres tú. Lo que éramos el uno para el otro, lo seguimos siendo", reza el texto, a modo de homenaje al íntimo amigo de su madre.
La infanta Elena tenía en José María Álvarez de Toledo a uno de sus grandes apoyos desde que éste se casó en 1986 con Allendesalazar, su segunda esposa, una mujer de la que la hija de don Juan Carlos y doña Sofía no se ha separado desde que era niña. Aunque ya era conocida por esa estrecha relación con la duquesa de Lugo, la condesa de Ventosa se hizo popular durante la pandemia, cuando protagonizó junto a la madre de Froilán un divertido vídeo en el que ambas entonaban "Resistiré", la canción del Dúo Dinámico que se convirtió en la banda sonora del confinamiento.
Doña Elena y Rita Allendesalazar se hicieron amigas gracias a una de sus grandes pasiones, la equitación. Desde entonces, su amistad ha sido inquebrantable. De hecho, la aristócrata fue un pilar fundamental para la Infanta tras romper con Jaime de Marichalar. En esos momentos, se hizo cargo de Froilán y de Victoria Federica, a los que también dio clases de francés. Por su parte, José María Álvarez de Toledo tuvo mucho que ver en la formación militar del entonces Príncipe de Asturias. Los protagonistas de este sólido matrimonio de la nobleza española habían cumplido 35 años de casados el pasado verano.