Kamala Harris ya es vicepresidenta, aunque habla como una presidenta. La exsenadora pronunció esta noche su discurso de victoria junto a Joe Biden después de haber ganado las elecciones oficialmente, aunque aún se sigan contando votos. Con un tono muy a la americana, una grandilocuente Harris explicitó las intenciones del nuevo Gobierno delante de decenas de votantes: “Habéis enviado un mensaje claro: habéis elegido unidad, ciencia, decencia y verdad”. La intención durante estos años será sanar las heridas abiertas por Trump y recomponer los trozos de un país roto: “Da igual a quién hayáis votado. Ahora es cuando empieza el mundo real”.
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Es la era después de Trump. Lo ha marcado todo durante la campaña y lo seguirá haciendo. Los demócratas han insistido mucho en la idea de que lo que realmente estaba en juego era algo mucho más grande que la Presidencia en sí: “La democracia no está garantizada. Solo es fuerte en la medida en que estemos dispuestos a luchar por ella. Nosotros, el pueblo, tenemos ahora el poder de construir un futuro mejor”.
Harris ha deslizado algunas de esas grandes líneas de trabajo en las que se centrará el nuevo Ejecutivo: “Ahora empieza el trabajo esencial para salvar vidas, reavivar nuestra economía, acabar con el racismo sistémico, luchar contra el cambio climático y reparar el alma de nuestra nación”. Los siempre comedidos panegíricos americanos han de ser sencillos: “El camino no será fácil, pero América está preparada; Joe y yo también lo estamos”.
"All the women who have worked to secure and protect the right to vote for over a century … I stand on their shoulders," Vice President-elect Kamala Harris says. "…But while I may be the first woman in this office, I will not be the last." https://t.co/wPcVmefUYG pic.twitter.com/8MbQXziL5X
— CNN (@CNN) November 8, 2020
La vicepresidenta es consciente de que es un referente ya para todas las que vienen detrás: “Cada niña que esté viendo esto ahora sabrá que este es un país de posibilidades. Este país os envía un mensaje más allá de vuestro género: soñad con ambición, liderad con convicción y miraos a vosotros mismos de la forma en que otros os miran solo porque sois diferentes; nosotros aplaudiremos en cada paso de vuestro camino”. Pero también es un logro para las que le precedieron: “Mi madre no se podría haber imaginado este momento cuando llegó de India. Pienso en ella y en la generación de mujeres negras, asiáticas, blancas y latinas que han esperado este momento y que se han sacrificado tanto por la libertad y la igualdad de todos”.
A Harris se la conoce por su tono duro en los interrogatorios del Senado. Tiene un historial largo de intervenciones sin compasión. Hoy María Ramírez recoge en eldiario.es algunos de los discursos más duros de la senadora y los momentos más tensos de la campaña. Recuerda que incluso criticó a Biden por elogiar a senadores racistas o por no haber hecho más por la integración racial. En un perfil que firma Dana Goodyear en la New Yorker también se recuerda el punto débil de Harris: se le ha criticado mucho por haber mantenido el statu quo. Su mayor reto a partir de ahora será demostrar que realmente puede cambiar las cosas. El primer paso es llegar; el segundo, hacerse merecedor del puesto.