Kamala Harris se ha convertido en la gran vencedora de los últimos comicios celebrados en Estados Unidos. La senadora de California, mujer y mezcla: hindú y negra, ha añadido un nuevo hito histórico en su trayectoria política: ser la “número dos” de la Casa Blanca.
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Es la primera vez que el país poderoso del mundo tiene una mujer al frente de un puesto tan importante. Incluso, por la avanzada edad de Biden y su estado de salud, Kamala Harris podría llegar a ser presidenta del país si el presidente electo se viera obligado a dimitir.
A lo largo de su vida, Kamala Harris se ha encontrado con una gran cantidad de primeras veces y ha sido capaz de romper muchos techos de cristal a lo largo de su vida. Con 40 años de edad, Harris lograba ser fiscal de San Francisco y pasaba a la historia: la primera mujer y primera persona que no es de raza blanca que lograba ese puesto. En el año 2011, había subido tanto en su trabajo, que ya era fiscal general del estado de California, logrando ser la primera mujer y negra que lograba ese puesto.
En su carrera política, Harris ganó el Senado en las mismas elecciones que ganó Donald Trump y lo llevó a la Casa Blanca. Harris sustituirá al hombre que, en varias ocasiones durante el debate de campaña electoral, tuvo que interrumpir de manera tajante: “Señor vicepresidente, estoy hablando yo”. Mike Pence no dudó en interrumpir a Kamala el doble de veces que ella a él. La senadora era conocida por tener una voz muy suave que podía ser muy litigante, clara. Y, a partir de ahora, será la vicepresidenta de los Estados Unidos.
A partir del 20 de enero, Kamala Harris volverá a usar su voz, cuando Jon Biden jure su cargo desde las simbólicas escalinatas del Capitolio, como vicepresidenta. Por primera vez, una mujer, hija de un hombre negro y de una mujer hindú.
Kamala Harris, de 55 años de edad, nació en Oakland (California), no le gusta mucho hablar de sí misma. En las entrevistas que realizó a lo largo de la campaña electoral, se lo confesó a varios periodista: es una cuestión de la educación que ha recibido. Harris escribió en sus memoria que había sido educada para “no hablar de ella”, ya que eso significaba ser “narcisista y vanidosa”. Un consejo que le dio su madre, una científica que dedicó su vida a luchar contra el cáncer de pecho y que falleció por un cáncer de colón en el año 2005: “Si no quieres que nadie te defina, es mejor que lo hagas tú misma”.
Harris es hija de una científica nacida en el sur de India, y de un profesor de economía de Jamaica. La vicepresidenta de EEUU se crió en los círculos de la prestigiosa universidad de Berkeley (California) donde el activismo por los derechos humanos estaba viviendo su época dorada. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía siete años: “A partir de entonces, nos convertimos en las niñas de Shyamala”.
Entre sus aficiones, le encanta la cocina, bailar e inventar juegos de palabras. Tiene un nivel de francés que le permite defenderse (a pesar de haber vivido en Quebec, Canadá) y su infancia fue “feliz y despreocupada”, pero siempre marcada por la carga racial que siempre ha tenido que soportar y seguirá soportando. Y eso le hizo enfrentarse a Biden en un debate electoral.
Harris no tuvo problemas en recordarle a Biden que trabajó, durante su etapa de vicepresidente, en el Capitolio con senadores que apoyaban la segregación racial y se habían negado a aprobar la integración en los colegios, trasladando niños de raza blanca y a los de raza negra en autobuses diferentes: “Iba en autobús cada día. Y yo era una de esas niñas”.
En el año 2014, Harris contrajo matrimonio con Douglas Emhoff, un abogado de la Costa Oeste de los EE.UU de gran éxito, divorciado y con dos hijos que la llaman Momala. Hasta que Emhoff apareció en su vida, Harris mantuvo su vida personal completamente separada de su carrera profesional:
“Debido a mi cargo era consciente de que si llevaba conmigo a un hombre a un evento inmediatamente la gente comenzaría a especular sobre si manteníamos o no una relación” (…) “También era consciente de que a las mujeres solteras en política se las mide con un rasero diferente que a los hombres solteros”.
El próximo 20 de enero, Douglas Emhoff será el primer segundo caballero de los EE.UU por primera vez en la historia:
“Durante mi carrera he tenido muchos títulos y sin lugar a dudas el de vicepresidenta sería genial (…) Pero Momala será siempre el que más importe”
