Vestida enteramente de negro, Isabel Pantoja se ha presentado este martes por la mañana en la Ciudad de la Justicia de Málaga para ser juzgada por un supuesto delito de insolvencia punible, por el que se enfrenta a tres años de prisión. Muy seria y con la cabeza gacha, la tonadillera ha vuelto al lugar donde fue sentenciada a dos años de cárcel por blanqueo de capitales en el marco del 'caso Malaya', pena que cumplió en la prisión sevillana de Alcalá de Guadaíra. La cantante se ha abierto paso entre el enjambre de cámaras y periodistas que la esperaban con la ayuda de la Guardia Civil.
La Pantoja se ha sentado en el banquillo como administradora única de la sociedad Panriver 56. La Fiscalía cree que la madre de Kiko Rivera e Isa Pantoja es "cooperadora necesaria" de un presunto delito de insolvencia punible. La acusación dice tener pruebas de que la artista sevillana ayudó al empresario acusado en la causa, al que se considera autor de los hechos, a dar una imagen falsa de su solvencia económica para eludir las deudas que tenía con sus acreedores.
Todo ocurrió cuando la viuda de 'Paquirri', a través de Panriver, contrajo con la empresa Codabe una deuda cifrada en 114 euros y relacionada con su antigua casa de 'La Pera', donde residía en Marbella con su ex pareja Julián Muñoz. Supuestamente, el administrador de la citada firma e Isabel se pusieron de acuerdo para eludir otros pagos pendientes y evitar así el embargo de sus bienes, perjudicando a terceros.
Isabel Pantoja dice que desconocía las deudas entre empresas: "Quería salvar mi patrimonio, no me importaba la casa" https://t.co/n9yp7ccDdj pic.twitter.com/lHDSHdzFdC
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En su declaración ante el titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga, Pantoja ha asegurado desconocer la existencia de esa deuda. "Yo de papeles no llevaba nada, y a este señor lo he visto aquí por primera vez en mi vida", ha dicho sobre el otro encausado. A preguntas del fiscal, ha insistido una y otra vez en que nadie le informó de que su sociedad debía ese dinero ni de los posibles embargos. "La casa era del banco, yo solo pagaba la hipoteca. Ojalá me hubiera enterado de todo antes de entrar en aquel lugar", ha afirmado en referencia a la cárcel de Alcalá.
Y es que Isabel Pantoja ha contado al Ministerio Público que se enteró de la existencia de la deuda relacionada con 'La Pera' cuando ya estaba presa, y que entonces firmó un poder a favor de su hermano Agustín, que ha declarado como testigo. "Lo firmé delante de un abogado y un notario para que se vendiese la vivienda y, de esa manera, pagar lo que se debiese. Lo que mi hermano haya hecho, lo ha hecho bien. Confío plenamente en él. Moriría por mí y no me haría ningún daño", ha resaltado.
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Ademas, la cantante ha añadido que en la cárcel "no tenía la cabeza para nada", aunque sí era consciente de que podía perderlo todo, ya que su familia la mantenía al corriente de las cuestiones económicas cuando iba a verla a prisión. "El gran problema no era la casa. El problema era que estaba avalada con todo mi patrimonio, con todos los bienes conseguidos trabajando toda mi vida. Venían mis hijos, mi hermano y mi sobrina. Solo teníamos hora u hora y media y aprovechábamos para podernos abrazar y saber cómo estábamos de salud", ha dicho, rompiéndose en ese momento y terminando el relato entre lágrimas antes de volver al banquillo. El juez cortó su declaración señalando que no era necesario entrar en temas personales.
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Las acusaciones sostienen que Panriver 56 y la otra empresa, Codabe, a la que la Pantoja debía los 114 euros, actuaron "en perjuicio de los derechos de créditos" de una tercera sociedad, con la que el empesario acusado había reconocido una deuda de más de 800 euros. Así, habrían llegado a un acuerdo para pagar el pufo con una quita importante. La Fiscalía pide por ello tres años de prisión para Isabel por "cooperadora necesaria" en un delito de insolvencia punible.