'El Verdugo', uno de los mercenarios más sanguinarios al servicio del presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido asesinado por un francotirador ucraniano. El fallecido formaba parte del temible Grupo Wagner, tenía 44 años y ha muerto a tiros en la región de Járkov, en el este de Ucrania. Vladímir Andonov, verdadero nombe de 'El Verdugo', estuvo involucrado en el tiroteo de prisioneros de guerra ucranianos durante los combates en el Donbás en 2014. Andonov también participó en otras campañas en Siria o Libia. Había sido visto por última vez en Ucrania poco después del comienzo de la guerra, el pasado 24 de febrero.
La publicación rusa Moskovsky Komsomolets ha sido la encargada de informar sobre su caída en el frente. "Se ha dado a conocer la muerte en Ucrania de Vladímir Andonov, más conocido como 'Vaha' [verdugo en ruso]. Murió anoche mientras reconocía el terreno junto con un amigo", cuenta el citado medio. "Lo más probable es que Andonov haya sido asesinado por un francotirador", asegura el diario.
Según recoge la edición digital del periódico español La Razón, se cree que el mercenario del Grupo Wagner, compañía militar privada y leal a Putin que ha participado en varias misiones sangrientas en todo el mundo, está incluido en la base de datos 'Peacemaker', administrada por Ucrania y donde se enumeran uno a uno todos los crímenes cometidos por el Ejército ruso.
Mientras, Moscú sigue sumando bajas entre sus altos mandos militares. El general Roman Kutuzov ha fallecido durante un enfrentamiento en la región oriental de Lugansk, dicen en un mensaje en su cuenta de Facebook las Fuerzas Armadas de Ucrania. Kutuzov murió cerca de la ciudad de Popasna, en la mencionada zona prorrusa, que está siendo fuertemente bombardeada por las tropas de Putin en los últimos días.
"El comandante del Primer Cuerpo del Ejército de los Orcos [como llaman los ucranianos a los soldados rusos y sus aliados] de la República Popular de Donetsk, el general de división Roman Kutuzov, ha sido oficialmente desnazificado y desmilitarizado", reza el irónico texto. Cabe recordar que el Kremlin ha repetido en varias ocasiones que la invasión de Ucrania serviría para "desnazificar y desmilitarizar" el país vecino.
Por otro lado, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha justificado este viernes la aplicación de la pena de muerte para los británicos Aiden Aslin y Sean Pinner y el marroquí Saadun Brahim, quienes fueron capturados cuando combatían con el Ejército ucraniano. "Todos los procesos se basan en la legislación de la República Popular de Donetsk porque los delitos en cuestión se cometieron en su territorio. Yo no me entrometería en el trabajo del sistema judicial de la república", ha señalado después de que un tribunal de la autoproclamada república separatista de Donetsk -reconocida por Rusia como estado independiente- condenase este jueves a la pena capital a los tres prisioneros, que tienen un mes para recurrir el fallo.
A este respecto, Vadim Denisenko, consejero del Ministerio del Interior de Ucrania, ha dicho que Kiev coordinará su posición sobre la sentencia con el Reino Unido, Estados Unidos y la UE. "Los están usando como rehenes para presionar al mundo a negociar", ha defendido.
En el campo de batalla, la ofensiva Rusia en el Donbás se sigue recrudeciendo. El asesor presidencial Mijaílo Podoliak ha afirmado que entre 100 y 200 ucranianos mueren al día en el frente, el doble que lo que reconoció hace una semana. Mientras, el Ministerio de Defensa británico alerta de que la ciudad ocupada de Mariupol, en el sur, tomada hace unas semanas por Moscú, se enfrenta al riesgo de un brote de cólera debido a las dificultades de las nuevas autoridades rusas para ofrecer servicios públicos a la población en los territorios ocupados.