Una niña de tan solo cuatro años de edad murió el pasado jueves en Baton Rouge, la capital y segunda ciudad más poblada del estado estadounidense de Luisiana, después de que su abuela, supuestamente, la obligara a beberse una botella de whisky mientras su madre se dedicaba a contemplar la escena, según ha dado a conocer el Departamento de Policía de esta localidad norteamericana.
El portavoz del cuerpo, el sargento L'Jean McKneel, ha dicho a los medios de comunicación que la abuela de la pequeña fallecida, Roxanne Record, de 53 años, y la progenitora, Kadjah Record, de 29, fueron arrestadas el viernes. Ambas están acusadas de un delito de asesinato en primer grado. Se desconoce si alguna de las dos detenidas cuenta ya con algún abogado que pudiera hablar en su nombre.
Tal y como informa la cadena de noticias CBS News, varios agentes de la Policía se presentaron este 21 de abril alrededor de las 11:00 horas de la mañana en la casa donde la menor vívia con su madre y su abuela, en un barrio residencial de la zona este de Baton Rouge. Previamente, se había recibido una llamada en el teléfono de emergencias alertando de que una niña no respondía a ningún estímulo. La pequeña, que ha sido identificada como China Record, de cuatro años, fue declarada muerta en el mismo lugar de los hechos.
La oficina forense del municipio ha revelado que la autopsia realizada al cadáver de la fallecida ha demostrado que la causa de la muerte fue una intoxicación etílica aguda. La niña tenía un nivel de alcohol en la sangre de 0,680%, más de ocho veces el límite permitido para que un adulto pueda ponerse al volante, que es del 0,08%.
El medio digital The Advocate, que ha tenido acceso a los documentos del registro de la vivienda, propiedad de la abuela, asegura que Roxanne Record y Kadjah, la madre de la pequeña, se enfadaron con la niña después de que ésta bebiera de una botella de refresco que contenía whisky. La hipótesis de los detectives que investigan el caso es que a la abuela de la víctima, enojada con su nieta, no se le ocurrió otro castigo que obligarle a tomar todo el alcohol que quedaba en el susodicho recipiente, mientras la madre, lejos de evitarlo, miraba la cruel escena. Se cree que la botella estaba llena hasta más de la mitad de su capacidad, dice el citado diario.
Por otro lado, la cadena WAFB-TV, que ha accedido a la orden de arresto, ha indicado que Roxanne Record confesó a los investigadores que se había "equivocado" y que "quería asumir toda la responsabilidad" por la muerte de la pequeña China. La abuela también admitió a la Policía que la situación se le había ido de las manos y que había llegado "demasiado lejos", "arruinado la vida" de toda su familia, de acuerdo con los documentos elaborados por los detectives, citados por The Advocate.
En declaraciones a WAFB-TV, el Departamento de Servicios para Niños y Familias de Luisiana ha expresado su consternación por el fallecimiento de China. El organismo público dice que sus responsables están "devastados tras escuchar la noticia de la muerte de esta niña", añadiendo que, por ahora, la leyes estatales le impiden hacer más comentarios sobre el caso, que ha conmocionado a EEUU. De momento, la investigación sigue su curso.