El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo chino, Wang Yi, para que use su influencia sobre Rusia y que este país ponga fin a la guerra contra Ucrania. Durante la conversación telefónica, Albares expuso a su homólogo que "estamos ante un momento histórico que requiere de todos los líderes mundiales sentido de la responsabilidad y visión de futuro".
El ministro de Asuntos Exteriores también reconoció que las sanciones no son fáciles para nadie pero que estamos plenamente comprometidos y dispuestos a asumir las consecuencias. La conversación telefónica también sirvió para reiterar la condena de España, en los términos más enérgicos, a la agresión rusa contra Ucrania. "Rusia ha socavado los cimientos de la paz y la estabilidad en Europa, ya amenaza a la comunidad internacional en su conjunto" advirtió Albares para, posteriormente, recordar que "España está plenamente comprometida con los principios de soberanía e integridad territorial en Ucrania".
España se ha sumado al nuevo paquete de sanciones de la Unión Europea contra Rusia aprobadas en el Consejo de la Unión Europea, tras la declaración de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el 11 de marzo.
Entre ellas está el anunciar la suspensión por la UE a Rusia de su estatus de nación más favorecida dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La cláusula de la Nación más Favorecida implica que todo miembro de la OMC debe garantizar a los otros miembros el mismo trato, condición que la UE ha decidido que no puede seguir otorgando a Rusia tras su ataque a Ucrania. Se trata así de evitar que Rusia pueda seguir beneficiándose de los beneficios que supone formar parte del orden comercial multilateral mientras viola la legalidad internacional con su agresión a Ucrania. Canadá fue la primera en iniciar este trámite el 2 de marzo y EEUU siguió el 11 de marzo (viernes) tras el anuncio del G7 en este sentido.
El tratamiento de la Nación Más Favorecida es un principio básico de la OMC, incluido en los compromisos de los acuerdos que abarcan los tres principales ámbitos comerciales de competencia de la Organización (el comercio de mercancías regulado por el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio, GATT; el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, GATS; y Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, TRIPS) y, por tanto, su retirada a Rusia es excepcional. La suspensión del tratamiento de la Nación Más Favorecida se fundamentaría en la excepción prevista en la legislación de la OMC para permitir la protección de los intereses esenciales de seguridad de los miembros de la organización.
La plasmación práctica de la declaración la hará la UE mediante restricciones a la importación y exportación de bienes y servicios e inversiones.
La UE y otros países están ya aislando a Rusia en las discusiones en el seno de la OMC (tanto en las negociaciones en curso, como en las reuniones del órgano de solución de diferencias) por lo que de facto la agresión rusa está comprometiendo la buena marcha de la preparación de la Conferencia Ministerial 12 prevista para junio.
España respalda así una petición de incrementar el aislamiento de Rusia en los foros multilaterales, como hizo esta pasada semana con la petición de una asamblea extraordinaria de la Organización Mundial del Turismo para suspender a Rusia.