Haidar, un niño de seis años que cayó en un pozo de agua en el este de Afganistán, ha muerto poco después de haber sido rescatado con vida tras más de 50 horas de intensas operaciones para liberarlo a 25 metros de profundidad. "Cuando el equipo de rescate lo sacó, estaba vivo y el equipo médico le dio oxígeno, lamentablemente murió cuando lo llevábamos de la ambulancia al helicóptero", ha explicado a la agencia EFE Zabiullah Jawhar, portavoz del jefe de policía de la provincia de Zabul. El líder talibán Anas Haqqani, que se trasladó al lugar del accidente para supervisar el operativo, ha lamentado esta "enorme tragedia" que ha entristecido a toda la nación, y ha expresado sus condolencias a la familia.
Las autoridades del Gobierno de los talibanes, empresas de construcción y otros ciudadanos participaron en el rescate, intentando sortear la escasez de recursos mecánicos que dificultaron la operación. Varios lugareños reunieron suministros para el niño junto con un teléfono móvil para que su padre pudiera ponerse en contacto con él.
Un vídeo compartido en redes sociales muestra parte de la conversación entre el progenitor y su hijo. "Hijo por favor no llores, te envío el teléfono y agua, por favor no llores", decía el padre a un Haidar desconsolado, que le pedía que fuera él quien bajase a rescatarlo.
Serious efforts are underway to rescue a child who fell into a deep well in #Zabul.
Authorities say rescue efforts are underway, the baby is in good health, and oxygen and food have been reduced. #SaveHaidari
??:@rtapashto pic.twitter.com/tZ85HFAMPP— Islamic Emirate Of Afghanistan? (@TalibanSoldiers) February 17, 2022
A pesar de que se han producido más casos de menores que han caído a pozos en Afganistán, ni las autoridades ni los familiares toman medidas serias para evitarlo, ya que se les permite deambular libremente por las aldeas a partir de los dos años de edad.
Este suceso se produce en medio de una profunda crisis económica en Afganistán. La situación se ha deteriorado rápidamente en los últimos seis meses, tras la llegada de los talibanes al poder. Desde agosto, el país ha pasado a depender casi por completo de la asistencia humanitaria canalizada por los organismos internacionales, que proveen hasta ahora alimentos y material indispensable a las comunidades más vulnerables.
En las redes sociales se suceden los mensajes en los que se compara este accidente con el caso reciente del niño Rayan, rescatado sin vida tras casi 100 horas en el fondo de un pozo en Marruecos, y los usuarios lamentan que la atención mediática internacional no haya sido la misma.
#VIDEO Así fue el funeral de Rayan, el niño que falleció atrapado en un pozo en Marruecos.https://t.co/kmBah8uCa0 pic.twitter.com/JUTm78aoLY
— elespectador (@elespectador) February 8, 2022
Rayan murió después de cinco días atrapado en un pozo a 32 metros de profundidad, una tragedia que puso en vilo al país y que unió a la población con oraciones de esperanza. El equipo de rescate logró sacar al niño de cinco años, pero ya sin vida. El desenlace de la operación era aguardado con ansiedad tanto en el reino magrebí como en el resto del mundo, que llenaba las redes con mensajes de solidaridad. El Ministerio del Interior marroquí ha ordenado la demolición de pozos abandonados cerca de los centros de población para que accidentes como este no vuelvan a ocurrir.
No habrá juicio por la muerte del pequeño Julen: los padres del niño llegan a un acuerdo con el dueño de la finca. https://t.co/k9fBEuNCE1 pic.twitter.com/YxfQD0LlBf
— EL MUNDO (@elmundoes) January 20, 2020
Este caso, a su vez, trajo a la memoria en España la tragedia de Julen Roselló, fallecido en el fondo de un pozo de la localidad malagueña de Totalán de apenas 28 centímetros de diámetro y 100 metros de profundidad. El menor, de dos años, quedó atascado a unos 75 metros, algo así como caer desde una altura de veinte pisos, y perdió la vida casi al instante. Hubo que esperar 13 días hasta saberlo a ciencia cierta, el tiempo que se dilataron las tareas de salvamento en las que participó un centenar de personas, dando forma a un dispositivo sin precedentes y a un rescate, el de su cadáver, que se retransmitió hora a hora en televisiones de todo el mundo.