Una delegación talibán enviada a Qatar durante el fin de semana intentó desbloquear el aislamiento internacional, al que la comunidad internacional ha sometido a la ciudad capital de Kabul, desde el establecimiento del Emirato Islámico el pasado mes de agosto.
Entre el sábado y el domingo los talibanes mantuvieron las primeras conversaciones con las autoridades estadounidenses. La guerrilla fundamentalista, con las cuentas del país en el exterior bloqueadas, está preocupada por no poder hacer frente a la profunda crisis humanitaria y económica que afecta a una parte importante de la población afgana, al margen de la constante represión hacia las mujeres y niñas.
La preocupación por la creciente inseguridad ciudadana ha sido otro de los temas debatidos en Doha, la capital de Qatar. Afganistán ha sufrido en menos de una semana dos graves atentados suicidas reivindicados por el Estado Islámico contra mezquitas. Uno en Kabul con, al menos, tres muertos y otro en Kunduz que dejó cincuenta fallecidos.
Tratar de hacer llegar ayuda humanitaria a la población afgana, así como atender los salarios del sector público, sin dar apoyo de reconocimiento oficial al Emirato Islámico de Afganistán establecido en agosto es uno de los grandes temas por resolver con urgencia en esta nación de Asia del sur.
Mientras tanto, el clima de psicosis ante nuevos ataques se ha ido incrementando en las últimas horas en la capital de Kabul. Los talibanes armados mantuvieron cerrada al tráfico la avenida que pasa frente al hotel Serena el domingo por la tarde.
Mientras, cientos de niños que intentaban regresar a casa después de salir de la escuela se vieron obligados a atravesar la valla que rodea el parque de enfrente. El Serena es el hotel favorito de los clientes extranjeros y un lugar habitual para reuniones diplomáticas y visitas de alto nivel. También el domingo comenzaron a correr mensajes por medio de la red social WhatsApp advirtiendo un aumento del nivel de amenaza en el país.
Por su parte, miembros del entorno diplomático británico y norteamericano confirmaron el lunes de esta semana este riesgo, especialmente en lo que respecta a ese establecimiento hotelero de lujo. “Por amenazas a la seguridad, recomendamos que los ciudadanos norteamericanos eviten quedarse allí (en el Serena), así como en la zona donde se ubica el hotel”, dice el sitio web del Departamento de Estado de EEUU citado por la agencia France Presse.
Existe riesgo de nuevos ataques en Afganistán, las mujeres son las más vulnerables
Incluso a la delegación del Emirato enviada a Doha ha llegado la advertencia del riesgo de nuevos ataques. Kabul fue escenario el domingo 3 de octubre de un atentado perpetrado por un kamikaze que se voló junto a una mezquita, provocando al menos tres muertos. La acción fue reivindicada por el grupo terrorista Estado Islámico. Solo cinco días después, esta misma banda llevó a cabo un ataque también por medio de un terrorista suicida que dejó, al menos, 120 muertos en una mezquita chií en Kunduz, al norte de Kabul.
En un comunicado del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno interino talibán, Abbdul Qahar Balkhi, se especifica que, en la reunión de Doha, se discutieron en detalle “temas políticos”, así como el tema de la ayuda humanitaria. Ambos temas, sostiene la guerrilla radical, no deben vincularse. “Los representantes de Estados Unidos indicaron que brindarán asistencia humanitaria a los afganos y facilitarán la entrega de ayuda de otras organizaciones humanitarias”, dijo Balkhi.