El atentado suicida ocurrido el pasado viernes contra una mezquita chií en la localidad de Jan Abad, en la provincia afgana de Kunduz, ha dejado al menos 120 muertos y 150 heridos; según informó la cadena afgana Ariana News
El viernes se produjo una explosión entre los fieles musulmanes chiítas en una mezquita en el norte de Afganistán, matando o hiriendo al menos a 100 personas; señaló un funcionario de la policía talibán. La explosión, de la que se atribuyó la Jihad Islámica, tuvo lugar en Kunduz, capital de la provincia de Kunduz.
En su reclamo de responsabilidad, el afiliado del Estado Islámico de la región identificó al atacante como un musulmán ‘uygher’ y dijo que el ataque tenía como objetivo tanto a los chiítas como a los talibanes por su supuesta voluntad de expulsar a los ‘uygher’ para cumplir con las demandas de China. La declaración fue realizada por la agencia de noticias Aamaq, vinculada al Estado Islámico.
Dost Mohammad Obaida, subjefe de policía de la provincia de Kunduz, dijo que "la mayoría de ellos han muerto". Indicó que el ataque fue llevado a cabo por un terrorista suicida que se mezcló entre los fieles.
"Les aseguro a nuestros hermanos chiítas que los talibanes están preparados para garantizar su seguridad"; dijo Obaida, y agregó que se estaba llevando a cabo una investigación.
Si se confirma, el número de muertos sería el más alto desde que las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN abandonaron Afganistán a fines de agosto, cuando los talibanes tomaron el control del país. Los talibanes han sido blanco de una serie de ataques mortales, que incluyeron disparos de emboscadas y una explosión en una mezquita en la capital de Kabul.
La explosión estalló durante el servicio de oración semanal del viernes en la mezquita Gozar-e-Sayed Abad. La oración del mediodía del viernes es el punto culminante de la semana religiosa musulmana y las mezquitas suelen estar abarrotadas.
Fuerzas especiales talibanes investigan la causa del atentado
El viernes temprano, el portavoz principal de los talibanes, Zabihullah Mujahid, dijo que el objetivo era la mezquita chiíta y que un "gran número" de fieles murieron y resultaron heridos. Agregó que las fuerzas especiales de los talibanes habían llegado al lugar y estaban investigando el incidente.
Por su parte, un trabajador de ayuda internacional en el hospital de MSF en la ciudad dijo a la AFP que había temores de nuevos ataques. "Cientos de personas están reunidas en la puerta principal del hospital y lloran por sus familiares, pero los talibanes armados están tratando de evitar reuniones en caso de que se planee otra explosión".
El testigo Ali Reza dijo que estaba rezando en el momento de la explosión e informó haber visto muchas víctimas. Las imágenes gráficas compartidas en las redes sociales, que no pudieron ser verificadas de inmediato, mostraban varios cuerpos ensangrentados tirados en el suelo y columnas de humo elevándose en el aire sobre Kunduz. Otro video mostró a hombres conduciendo a personas, incluidas mujeres y niños, lejos de la escena, mientras se mantenían multitudes asustadas abarrotando las calles.