La reina Letizia viajó esta semana a Honduras para trasladar la solidaridad del pueblo español y hacer entrega de ayuda humanitaria a la población afectada por las recientes inundaciones. La consorte de Felipe VI ha conocido de primera mano la situación del país centroamericano tras la devastación causada por los huracanes Eta e Iota acompañada por la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau. En la ciudad de San Pedro se reunió con las ONG españolas activas en la Zona del Valle de Sula. Posteriormente, se trasladó a la Base Aérea Coronel Armando Escalón Espinal, donde fue recibida por el presidente de la República, Juan Orlando Hernández, y su esposa, Ana García. Junto a ellos participó en una audiencia informativa sobre los daños ocasionados por las tormentas tropicales a su paso por esta región.
Encuentro de la Reina con alumnos del Centro de Educación Básica Oswaldo López de Arellano, en el que se desarrollará por parte de la @CooperacionESP un proyecto de reconstrucción y transformación educativa. https://t.co/UAOLVMyQWA pic.twitter.com/K5wpwHdrIi
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) December 15, 2020
Luego, doña Letizia visitó el Centro de Educación Básica Oswaldo López de Arellano. En este colegio conoció el proyecto educativo a cargo de la secretaría de Estado de Cooperación Internacional del Gobierno de España. Después, acudió al Instituto Patria para interesarse por el albergue allí establecido. En el patio central, la Reina atendió a las explicaciones de los trabajos que se están realizando por parte de la sección de emergencias de Cruz Roja Española. Seguidamente, recorrió las instalaciones, comprobando sobre el terreno tanto el estado de la zona de saneamientos como de la zona de habitaciones, donde dialogó con las familias alojadas.
"Tenemos miedo a la pandemia. El problema es que ahora tenemos miedo a otras cosas también. No nos queda nada", explicó su situación una de las personas acogidas en el Instituto Patria, que ofrece techo, agua e higiene elemental a 131 familias -222 adultos, la mayoría mujeres, 161 menores de 18 años y 83 menores de cinco años-, todas conviviendo en aulas reconvertidas en alojamiento provisional, que puede prolongarse en el tiempo. Afectados y cooperantes coinciden en que, a pesar de la repercusión mediática tan escasa, los daños de las últimas tormentas tropicales Eta e Iota han sido mucho mayores que los que dejó el huracán Mitch en 1998. No ha habido tan elevado número de muertos, pero se teme que sus efectos sean más estructurales y duraderos que entonces.
Durante seis horas, la reina Letizia recorrió barrios, calles embarradas y escombros, recuerdo de casas y escuelas destruidas y cultivos arrasados e inservibles. Su visita se produce en medio de una gran escasez de recursos nacionales y una corta mirada internacional ante la tragedia. Se pretende que España lidere la ayuda internacional para la reconstrucción de un país de nueve millones y medio de habitantes, tercero en la escala de desigualdad del mundo. La consorte hizo entrega de más de 120 toneladas de ayuda humanitaria, que constituyen el mayor esfuerzo de los últimos diez años por parte de la cooperación española. Parte de la carga viajó en el vuelo de doña Letizia e incluía, entre otros insumos, test de diagnóstico rápido para la COVID-19.
Entrega de ayuda humanitaria de @CooperacionESP a la población afectada por las recientes inundaciones. https://t.co/UAOLVMyQWA pic.twitter.com/apiB9YUWmg
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Al impacto de la crisis sanitaria internacional, en Honduras se ha sumado la catástrofe climática de Eta e Iota, que ha afectado al 40 por ciento de la población y ha dejado medio millón de evacuados, 100 personas hacinadas en albergues, la mitad de estudiantes sin conexión a Internet, un centenar de fallecidos, 330 personas incomunicadas y el motor económico del país, la ciudad de San Pedro Sula, arrasada.