Casa Real anunció el pasado lunes que Don Juan Carlos lleva desde el pasado 3 de agosto en Emiratos Árabes Unidos desde su marcha, ese mismo día, y “en estos momentos” en los que se investigan las presuntas cuentas fraudulentas del exjefe de Estado. La prensa ha estado dos semanas enteras el paradero oculto del padre de Felipe VI, pero… ¿Ha tardado demasiado el rey emérito en anunciar dónde estaba para intentar proteger a la institución? La Casa del Rey ha estado guardando silencio 14 días sobre el paradero del padre de Felipe VI asegurando que es “un viaje privado”, pero es inevitable reprochar esta postura.
El rey Juan Carlos sigue siendo miembro de la Familia Real, con igual tratamiento de la Princesa de Asturias y con escolta privado dependiente del Ministerio del Interior. Por lo tanto, no es tanto un viaje privado como una cuestión de transparencia. Sigue siendo un servidor público que, aunque no perciba asignación del Estado alguna, es de obligado cumplimiento anunciar en qué lugar el que fuera monarca durante casi 40 años.
El Gobierno sigue respaldando a la Corona
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha sido la última voz del Gobierno que se ha erigido a favor de la Monarquía y de Felipe VI asegurando que la transparencia de la Casa Real es efectiva, sobre todo desde que el actual monarca sucediera a su padre en la Jefatura del Estado. Además, ha restado importancia a conocer el paradero, por ahora oculto, de Don Juan Carlos porque "no está investigado".
El ministro ha asegurado que el emérito comparecería "voluntariamente" si la Justicia abriera una causa contra él: "Estoy seguro de ello". "Todos somos iguales ante la ley, pero también somos inocentes hasta que se demuestra lo contrario", ha reiterado el ministro, recordando que la inviolabilidad del exrey decayó en junio de 2014, cuando abdicó en el rey Felipe VI. Además, ha situado el debate entre monarquía y república "a la cola" de todos los problemas que viven los españoles en la actualidad tras la crisis sanitaria y económica producida por la pandemia del coronavirus.
Campo ha asegurado que la posible derogación del artículo del Código Penal que tipifica como delito las injurias a la Corona o a las instituciones del Estado es algo menor y secundario porque la Monarquía Parlamentaria es el modelo de Estado establecido en nuestra Constitución y ha hecho el siguiente paralelismo: si protegemos a la Corona, protegemos al Estado; si lo atacamos, ocurre lo contrario, algo paradójico en un estado social y democrático de derecho.