El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra aseguró el pasado miércoles en la Cadena Ser que la salida, "en estos momentos", de Don Juan Carlos de Borbón de España "no se ha hecho bien". "Obligar a Felipe VI a sacar a Juan Carlos de donde vive está hecho mal. Se hizo, creo, con la intención de fortalecer la monarquía, pero no lo ha hecho. Creo que la debilita”, sentenció el socialista.
?? DIRECTO | Alfonso Guerra, sobre que Juan Carlos establezca su residencia en Emiratos Árabes Unidos: "No tengo ni idea, yo no me iría allí"https://t.co/5X056aafOJ
— Hoy por hoy (@HoyPorHoy) August 19, 2020
Guerra ha asegurado que el hecho de que el rey Felipe VI repudiara en público a su padre -primero, retirándole la asignación anual que percibe por ser miembro de la Familia Real; y segundo, al forzar su salida del Palacio de La Zarzuela- no son muestra, "precisamente, de algo generador de confianza, sino de todo lo contrario". Por ello, ha criticado al Gobierno, por ser "los que han venido empujando", cuya consecuencia ha sido una equivocación "en toda regla".
“No se puede tirar al vertedero de la historia el legado del Rey como institución porque cuando se intenta atacar al Rey se está atacando en realidad a la Constitución y al pacto de la Transición", relacionó el que fuera mano derecha de Felipe González. “España bien puede llamarse ‘república coronada”, aseguró. Además, arremetió contra el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por haber formado un ejecutivo con Unidas Podemos y dijo lo siguiente: “Me siento tan incómodo como el presidente del Gobierno, que nos dijo a todos que no podría dormir. Estando acompañado por quien está acompañado, seguramente duerme menos”.
El manifiesto a favor de Don Juan Carlos
Guerra es una de las más de 70 personalidades políticas que ha firmado un manifiessto en el que pide respeto haccia el legado del que fuera jefe de Estado entre 1978 y 2014. Algunos de los puntos más destacados del mismo son los siguientes:
"Heredero de los poderes autoritarios de la dictadura del general Franco, el Rey Juan Carlos I hizo saber al poco de acceder al trono su voluntad explícita de renunciar a los mismos para propiciar la organización institucional española de acuerdo con el modelo de las democracias occidentales. Don Juan Carlos se comprometió a ser el Rey de todos los españoles y pronto se consiguió una España sin exiliados y la superación de las cuestiones que nos habían enfrentado en la historia reciente. La aprobación por referéndum de la Constitución de 1978, después de unas elecciones libres a las que concurrieron todos los partidos políticos, propició la reconciliación entre los españoles y un gran acuerdo nacional, que cumplió con la voluntad del Rey de que España fuera un país europeo e iberoamericano, conforme a su vocación histórica, y una democracia occidental avanzada, donde todos cupieran, abierta al pluralismo representativo y a la alternancia política".
"Bajo Juan Carlos I la institución monárquica, como pocas veces antes en la vida española, ha llegado a desempeñar un papel central e indispensable en la articulación arbitral de los procesos políticos nacionales y consiguientemente ha quedado transformada en una parte básica del funcionamiento de la democracia constitucional española. Buena prueba de ello fue la popularidad que Juan Carlos I alcanzó durante su reinado y la muy amplia aceptación que la Monarquía suscitó en el pueblo español. La Monarquía había llegado a ser, tal como la Constitución preconizaba, una forma de gobierno adecuada a las necesidades y preferencias del pueblo español, útil por su capacidad moderadora y su comportamiento neutral. El Rey actual, Felipe VI, es una viva demostración de tales calidades, que en sustancia recogen lo mejor y mas perdurable del legado de su padre, el Rey Juan Carlos I. ".