La Fiscalía de París está decidida a mantener un pulso con la industria del automóvil. Después de las pesquisas iniciadas con Volskwagen y Renault, ahora ha hecho lo propio con FIAT. La intención de los jueces no es otra que averiguar si la marca italiana instaló algún tipo de dispositivo en sus motores que permitiera minimizar las cantidades de emisiones que expulsan sus motores diésel en las pruebas de laboratorios, como hizo Volkswagen.
Esta investigación a FIAT inició el pasado 15 de marzo, después de haber recibido un informe de la agencia antifraude, dependiente del Ministerio de Economía francés, en el que afirma que existe una gran divergencia entre las cifras homologadas por los fabricantes y los gases emitidos en condiciones reales de conducción.
El pasado mes de enero, la Fiscalía de París inició una investigación a Renault con el mismo fin y la semana pasada, el diario francés Liberation publicó un informe de la agencia antifraude gala en el que afirmaba que el fabricante francés había realizado estrategias fraudulentas en los controles de homologación durante más de siete años para superar los niveles de contaminación.
Ahora Francia quiere saber si FIAT ha hecho algo parecido a lo que se descubrió en Volkswagen en Estados Unidos, en septiembre de 2015, cuando fue hallado un dispositivo que manipulaba las cantidades de emisiones de algunos de sus motores diésel. El escándalo le ha salido caro al fabricante alemán, que ha debido desembolsar enormes sumas de dinero en sanciones e indemnizaciones.