Un varón de 52 años perdió la vida en una pequeña población indonesia a manos de un cocodrilo el pasado 10 de julio. El hombre se adentró en territorio hostil, fue rodeado por varios de estos reptiles y encontró su muerte.
La venganza del pueblo fue contundente, más de medio centenar de personas se armaron con cuchillos y hachas, caminaron firmes hasta el estanque donde se encontraban los cocodrilos y los ajusticiaron, más de 250 cocodrilos fueron asesinados a manos humanas como venganza por la muerte de su semejante.
Unos 50 polícias acudieron al lugar de los hechos pero nada pudieron hacer por salvar a los reptiles, esta especie en concreto, en grave peligro de extinción.