La "nueva normalidad" de España tras la crisis sanitaria del coronavirus reforzaría a los grandes partidos del espectro político nacional. Según el último barómetro de Sigma Dos para el diario El Mundo, el PP sorpassaría al PSOE por primera vez en tres años. El PP de Pablo Casado obtendría el 30,2% de los votos (132 escaños) frente al PSOE, que obtendría el 25% de los votos (100 escaños). Es decir: les distanciaría cinco puntos porcentuales. Vox sería el tercer partido más votado de España con un fuerte 15,2% de los votos (51 escaños). Unidas Podemos seguiría su tendencia a la baja, manteniendo la cuarta posición, con un 10,3% de los votos (24 escaños) en un momento en el que el partido está descabezado. Ciudadanos no lograría mantener la hemorragia y caería hasta un 3,2% (dos escaños) sin conseguir fortalecer el proyecto de Inés Arrimadas.
Entre los partidos minoritarios, Más País sería el partido más beneficiado con un 4,3% de los votos (nueve escaños), por delante de ERC y su 3,3% (13 escaños). JxCat tendría un 2,3% (nueve escaños); mientras que el PNV tendría un 1,6% (siete escaños). EH-Bildu se situaría por detrás, con un 1,2% de los votos (cinco escaños). El BNG tendría un 0,7% (dos escaños); el PRC y Teruel Existe, un 0,2% (un escaño cada uno).
Por lo tanto, la política de bloques cambiaría radicalmente. El centro-izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País) aglutinaría el 39,5% de los votos (133 escaños) frente al 48,6% de los votos del centro-derecha del PP, Vox y Ciudadanos (185 escaños). Por lo tanto, el bloque de centro-derecha tendría mayoría absoluta si logran unir fuerzas.
Evolución del voto
El PSOE pierde su posición hegemónica como primera fuerza política. Los socialistas tendrían, si se compara el resultado electoral que en los comicios de noviembre de 2019, un peor resultado que en los anteriores comicios, cediendo tres puntos. El PP, sin embargo, tendría un resultado electoral mejor que en el pasado 10 de noviembre, subiendo 9,4 puntos y sin evitar que Vox siga siendo un partido fuerte en la derecha. El partido de Santiago Abascal subiría dos décimas en intención de voto. Unidas Podemos bajaría hasta cuatro décimas. Mientras tanto, el partido de Inés Arrimadas no lograría frenar la hemorragia y perdería 3,6 puntos.
La imputación de la exministra de Defensa y exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal vuelve a salpicar de nuevo al partido al que perteneció. Su presidente, Pablo Casado, que está llevando a cabo una ofensiva contra el Gobierno para ir deteriorándolo progresivamente hasta que se convoquen unas nuevas elecciones generales, puede verse afectado en las encuestas con este nuevo paso en el caso Kitchen. La "exnúmero dos" de Génova 13, cargo que ocupó 10 de los 14 años en los que Mariano Rajoy presidió el partido, tendrá que declarar en la Audiencia Nacional por su presunta implicación y participación en el espionaje del extesorero popular Luis Bárcenas, planeada en el seno de la Policía Nacional en 2013.
El planteamiento del PP para atacar a La Moncloa pasa ahora a un segundo plano con este nuevo paso judicial. Casado, que ya había comenzando una recogida de firmas en contra de los posibles indultos que el Gobierno estudia conceder a los 12 presos del procés catalán -ya suma más de 10- y con una ofensiva por la crisis migratoria de Ceuta, se ve envuelto ahora en un episodio más de una historia muy tenebrosa, encallada, del partido que dirige. Sin embargo, él ha guardado silencio en todo momento así como los líderes de los grupos parlamentarios populares en el Congreso de los Diputados y del Senado, que se amparaban en la presunción de inocencia de cualquier investigado. Mientras tanto, PSOE y Unidas Podemos recordaban que Casado se hizo con la dirección de Génova con los votos que apoyaron en su momento a María Dolores de Cospedal ya que estos estaban en contra a su vez de la otra candidata, la exvicepresidenta del Ejecutivo Soraya Sáenz de Santamaría.