Tiene que ocurrir un maremagnum político el próximo 4 de mayo para que Isabel Díaz Ayuso no revalide su puesto al frente de la Comunidad de Madrid. Guste o no, la presidenta en funciones tiene muchas posibilidades, casi todas, de ser reelegida presidenta de la comunidad más próspera de España. Desde el PP no piensan ya en si gobernará o no su candidata -"Porque gobernará", aseguran fuentes de Génova 13-, sino en cómo podrá hacerlo y, sobre todo, cómo podrá sacar adelante la investidura en la Asamblea de Madrid.
Si se cumple el pronóstico de algunas encuestas, como la del diario ABC, Ayuso reuniría bajo su candidatura más escaños que toda la izquierda madrileña junta. Ante este escenario, la líder popular no necesitaría el "sí" de Vox en segunda votación de su investidura; solo le haría falta su abstención. De esta forma, Pablo Casado también saldría fortalecido al poder mantener su discurso de ruptura con la ultraderecha estrenado durante la moción de censura al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebrada en octubre de 2020.
El plan del PP cuando se convocaron las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid era que Ayuso fagocitara a Ciudadanos y poder así gobernar en solitario, sin coalición, "en libertad", aplicando un programa íntegramente de los populares. Parece que la candidata popular no superará los 69 escaños pero, gracias a la desaparición de Ciudadanos de la Asamblea de Madrid y a la pérdida de fuerza parlamentaria de Vox, se estrena otro escenario: luchar porque el PP tenga más escaños que PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos juntos.
Último barómetro antes de las elecciones
Isabel Díaz Ayuso arrasaría en las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 4 de mayo en la Comunidad de Madrid. Según el último barómetro de Metroscopia para el diario El País, la presidenta autonómica en funciones del PP lograría una abultada mayoría absoluta con los votos de Vox y se fortalecería y consolidaría como líder del ejecutivo madrileño. Ayuso casi doblaría el resultado que tuvo el 26 de mayo de 2019, con un 41,3% de los votos (59 escaños), por delante del PSOE, que aglutinaría el 19,7% de los votos (28 escaños).
Más Madrid sería el tercer partido más votado, con un 17,6% de los votos (25 escaños). Vox se colocaría justo por detrás, con un 9,4% de los votos (13 escaños). Unidas Podemos se situaría por detrás, con un 7,8% de los votos (11 escaños). Ciudadanos no superaría el mínimo del 5% de los votos para entrar en el parlamento autonómico, por lo que no tendría ningún tipo de representación.
Ante este planteamiento post-electoral, Ayuso sería investida presidenta de la Comunidad de Madrid por segunda vez en menos de dos años. PP y Vox tendrían un 50,7% de los votos, con un total de 72 escaños, superando el mínimo de la Asamblea de Madrid para conseguir formar gobierno sin grandes problemas fijado en 69 puestos. El centro-izquierda, con los votos del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos no tendrían una candidatura alternativa, con el 45,1% de los votos y con un total de 60 escaños. Este sería el escenario deseado por Ayuso.