Isabel Díaz Ayuso arrasaría en las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 4 de mayo en la Comunidad de Madrid. Según el último barómetro de Metroscopia para el diario El País, la presidenta autonómica en funciones del PP lograría una abultada mayoría absoluta con los votos de Vox y se fortalecería y consolidaría como líder del ejecutivo madrileño. Ayuso casi doblaría el resultado que tuvo el 26 de mayo de 2019, con un 41,3% de los votos (59 escaños), por delante del PSOE, que aglutinaría el 19,7% de los votos (28 escaños).
Más Madrid sería el tercer partido más votado, con un 17,6% de los votos (25 escaños). Vox se colocaría justo por detrás, con un 9,4% de los votos (13 escaños). Unidas Podemos se situaría por detrás, con un 7,8% de los votos (11 escaños). Ciudadanos no superaría el mínimo del 5% de los votos para entrar en el parlamento autonómico, por lo que no tendría ningún tipo de representación.
Ante este planteamiento post-electoral, Ayuso sería investida presidenta de la Comunidad de Madrid por segunda vez en menos de dos años. PP y Vox tendrían un 50,7% de los votos, con un total de 72 escaños, superando el mínimo de la Asamblea de Madrid para conseguir formar gobierno sin grandes problemas fijado en 69 puestos. El centro-izquierda, con los votos del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos no tendrían una candidatura alternativa, con el 45,1% de los votos y con un total de 60 escaños.
Evolución del voto
El movimiento político de Ayuso le resultaría claramente beneficioso. La candidata popular duplicaría en el sentido estricto del término tanto el porcentaje de votos como los escaños. Del 22,2% en 2019 pasaría al 41,3%, con 29 escaños más. El PSOE empeoraría su resultado, obteniendo 7,6 puntos menos y perdiendo nueve escaños. Más Madrid ganaría tres puntos y ganaría cinco escaños. Vox aumentaría seis escaños y un escaños. Unidas Podemos, que en las anteriores elecciones entró por la mínima en la Asamblea de Madrid, ahora superaría el mínimo para tener representación con un resultado aún más ajustado. Ganaría 2,2 puntos y pasaría a tener cuatro escaños más.
Ayuso, sin cambiar el discurso
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha cargado contra los manifestantes que boicotearon un mitin preelectoral de Vox en Vallecas el pasado miércoles en el contexto de las elecciones autonómicas que se celebrarán en la autonomía el próximo 4 de mayo. "Estas imágenes no representan a Madrid porque este es libertad. Cada uno puede manifestarse por quien quiera y el resto aguantarnos. La izquierda quiere apropiarse de una parte de Madrid creyendo que los ciudadanos son suyos. Yo creo que hay que pensar qué proyecto se quiere, rechazo el otro Madrid que pueden construir quienes jalean la violencia o la amparan"
La baronesa popular negó que este desencuentro entre simpatizantes de Vox y afines a la izquierda sea fruto de la crispación -como afirrmó el candidato de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal-, sino que estas concentraciones nacen de las actuaciones de Unidas Podemos y Más Madrid, que azuzan a sus votaantes para generar un desencuentro. "Madrid es un pilar fundamental de la libertad para España y ha acusado a sus rivales de apostar por la okupación, y los manteros. Ese es el Madrid que debemos evitar, que tenemos que sacar de las instituciones", subrayó Ayuso.
Polarización hasta el extremo
La campaña electoral de cara a las elecciones del 4 de mayo no es la misma que la de la semana pasada. El fallido debate de la Cadena Ser del pasado viernes, en el que el candidato de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, se levantó de la mesa de debate después de que la candidata de Vox, Rocío Monasterio, no condenara que el exvicepresidente segundo del Gobierno haya sido amenazado, como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; con balas en un sobre que contenía un texto amenazante. El hecho de que iglesias se levantara provocó que el bloque madrileño de izquierdas se negara a debatir más con Vox y también provocó que le discurso cambiara: ahora lo que está en juego, según PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, es la propia democracia contra el fascismo.