Unidas Podemos se ha esforzado hasta la saciedad en evitar que Ciudadanos fuera un partido relevante a la hora de aprobar los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE). Sin embargo, los últimos movimientos de los de Inés Arrimadas van claramente en la dirección contraria, dispuestos a teñir de naranja algunos puntos básicos de las nuevas cuentas, algo que parece gustar al PSOE: la parte socialista del Ejecutivo convocó la semnaa una nueva ronda de contactos con los partidos en el Congreso de los Diputados y los de Arrimadas fueron los primeros en sentarse con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez. Por ende, los de Pablo Iglesias han cambiado su estrategia, aunque advirtieron en septiembre que no estarían en un acuerdo en el que estuviera la formación liberal.
El plan de Unidas Podemos en la actualidad es evitar que Ciudadanos modifique cualquiera de los puntos del borrador de Presupuestos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y el vicepresidente segundo, Pablo iglesias, presentaron hace unas semanas. Para los morados, son imprescindibles medidas como la subida del IRPF a las rentas más altas, por lo que seguirán estableciendo relaciones con los partidos más de izquierdas del Hemiciclo, como ERC o EH-Bildu, para conseguir su apoyo de cara a la votación final de las cuentas, aunque fueran síes perimetrales.
La cercanía de Ciudadanos al Palacio de La Moncloa es un verdadero reto para Iglesias. La presidenta liberal, Inés Arrimadas, se ha mostrado en varias ocasiones dispuesta a negociar las cuentas siempre y cuando el Ejecutivo acepte sus peticiones, muchas veces contrarias al programa de los morados. Por ejemplo: el pasado jueves, Montero y Álvarez se reunieron con Edmundo Bal y una delegación del Grupo Parlamentario Ciudadanos en el Congreso donde se solicitó a la ministra la inclusión de una ayuda a pymes y autónomos a fondo perdido, una medida difícil para Podemos.
El Ejecutivo sabe que no tendrá problema en superar el primer obstáculo en esta carrera de fondo que son los Presupuestos: ni ERC ni Ciudadanos presentarán enmiendas a la totalidad a las líneas presupuestarias. No obstante, esto no significa nada: la verdadera negociación viene después, donde se tendrá que hacer un verdadero equilibrio entre los republicanos y los naranjas para intentar incluirles en la misma operación. Si no, Sánchez tendrá que elegir y esto marcará la legislatura: el Gobierno ve factible sacar adelante los PGE, pero la elección de Rufián o Arrimadas marcará el ritmo, el tono e incluso la dirección de la legislatura.