Sevilla recuperó este año su tradicional 'Madrugá' tras dos años de pandemia. Propios y extraños acompañaron de forma masiva a las seis cofradías de la jornada, que por la mañana contó con temperaturas de hasta 25 grados. La noche más hermosa de la capital andaluza se ha saldado en 2022 sin percances reseñables. La última vez que se produjeron estampidas y tumultos fue en la Semana Santa del año 2017. A partir de entonces, el blindaje policial de la ciudad recondujo las horas más esperadas por los sevillanos cada madrugada del Jueves al Viernes Santo.
Nos obstante, después del parón por la crisis sanitaria, tal y como informa Diario de Sevilla, se temía que cualquier episodio pudiera reventar la noche. Las escenas vividas el Miércoles Santo, con "numerosas pandillas apostadas en las calles" del centro a la caída de la tarde y "un público que no sabía muy bien dónde estaba", hacían prever una 'Madrugá' complicada. Incluso en las primeras horas del Viernes Santo, tras el paso de la Hermandad de Pasión por la Plaza del Duque, se empezaron a formar "grupos muy numerosos, tirados literalmente en la calle" y dispuestos a hacer 'botellón'.
De todos modos, la cosa no pasó a mayores. Si acaso, destacar dos sucesos. Según contó 'El Llamador', el programa de la Semana Santa de Sevilla de Canal Sur Radio, y confirma el analista José Cretario en las páginas del ABC, la propia gente que acudía a los desfiles procesionales reprimió sendos intentos de arruinar la jornada. Uno estuvo protagonizado por dos chavales encapuchados en la Calle Puente y Pellón. El otro, se dio a la salida del Señor del Gran Poder en los alrededores de su basílica. En concreto, en la Calle Juan Rabadán, donde la Policía detuvo a un individuo que portaba un arma blanca, aunque no llegó a exhibirla.
A mitad de la noche, el Ayuntamiento emitía una nota breve para informar que todo estaba transcurriendo con normalidad, sin contratiempos de importancia. Además, por tercer día durante la Semana Santa, el dispositivo de seguridad municipal utilizó drones para vigilancia y control de aforos, que sobrevolaron el recorrido de varias cofadías.
Según estimaciones del Consistorio consultadas por Europa Press, aproximadamente 560 personas se dieron cita por las calles de la ciudad durante las jornadas del Jueves Santo y la 'Madrugá'. Esta elevada afluencia de público hizo que sí se contabilizaran numerosas incidencias sanitarias. El Ayuntamiento ha explicado que se registraron 39 durante la jornada del Jueves Santo y 35 durante la 'Madrugá', la mayoría por desvanecimientos, síncopes o dolores torácicos. La más grave de todas ellas fue el infarto sufrido por una persona cuando estaba viendo las procesiones desde el balcón del Círculo Mercantil, en la Calle Sierpes.
Al igual que en 2019, el Gobierno local, previo acuerdo con hosteleros, comerciantes, federaciones, empresas de seguridad y grandes distribuidoras, ha mantenido este año el plan que fija el horario de cierre de los bares a la una de la madrugada, a fin de evitar la venta de alcohol y la celebración de 'botellones'. El alcalde, Antonio Muñoz, ha contestado este lunes a las críticas de la patronal hostelera por la actuación de la Policía Local y los supuestos "incumplimientos" del pacto por parte del Ayuntamiento.
"Es una jornada en la que nos jugamos mucho como ciudad", ha dicho Muñoz, quien ha lanzado una pregunta a quienes ponen en duda los efectos de esta especie de 'Ley Seca'. "¿Qué habría ocurrido si la Madrugada hubiera estado salpicada de incidentes y al día siguiente hubiéramos sido noticia por ello? Estaríamos rasgándonos las vestiduras", se ha respondido él mismo.
"Ha sido una Semana Santa pletórica, con gran éxito de público y absoluta normalidad, excepto el Lunes y Martes Santo a causa de la lluvia", ha subrayado, congratulándose también por la derivada turística, que ha dejado un 90% de ocupación hotelera.