En el mundo, millones de personas conviven con un mismo destino: ser feliz en su existencia. Distintos continentes y pluralidad de razas y culturas conviven en nuestro planeta. Una de estas etnias son los rohingya, una raza que cuenta con varios siglos de historia y que ahora se encuentran en peligro debido a la crisis que sufren esta comunidad en los países donde son originarios.
¿Quiénes son los rohinya?: un repaso a los orígenes de la etnia
Los rohingya son una raza que apareció desde el año 7 d. C. en la ciudad birmana de Arakán. Esta etnia ha vivido siempre en Birmania, aunque sus comienzos fueron difusos en su asentamiento ya que, antiguamente, no existía separación entre este país y Bangladesh. Su lengua adquiere el mismo nombre que la comunidad, rohingya, y es parecido al idioma birmano. Una raza que no es reconocida en su país y siguen viviendo en el país gran parte de la comunidad.
En el mundo actual, un total de 1.100 millones de personas son rohingyas y se encuentran dispersos en gran parte del continente asiático. Arabia Saudí, Pakistán, Malasia o Indonesia son algunos de los países donde cuentan ya con una comunidad elevada de esta raza. Por tanto, los rohingyas sobreviven en estos países intentando que la especie no se extinga. La religión que practican es el islam suní, a diferencia de los birmanos que practican el budismo.
Bangladesh es el país donde más rohingyas viven, ya que se calculan que entre unos 300 y 500 personas de esta especie están en este territorio. De esta cantidad, hay 32 personas que tienen el estatus de refugiado y que viven en el campo de Cox Bazar, situado cerca de la frontera con Birmania.
Una comunidad perseguida en su país
La crisis de esta etnia reside en que los integrantes tienen que emigrar a otros países en busca de oportunidades. La vía más común en los rohingyas es cruzar la frontera que divide Birmania y Bangladesh, ya que también son considerados como minoría musulmana. En 2017, hubo una crisis en Birmania que acabó con una huida de muchos integrantes de esta etnia, debido al miedo de sufrir consecuencias militares, refugiándose en Bangladesh.
La religión es otro motivo de crisis en esta comunidad. Al venir de un país donde su población es budista, los rohingya practican el islam suní y eso originó que la ONU lo considerase como la minoría étnica más perseguida del mundo. Un problema para la comunidad, ya que el objetivo es que siga en activo durante mucho tiempo.
De este modo, la ayuda humanitaria a los rohingyas se hace muy importante para su subsistencia con el objetivo de garantizar que vivan en libertad y sin ningún tipo de discriminación. La comida, el agua potable o el refugio son los elementos más básicos que hacen para que esta comunidad pueda vivir sin problemas. Una vulnerabilidad que se extiende a los menores, donde son más de 400 personas que integran los rohingyas. Es, en este grupo, donde la ayuda humanitaria se hace más importante debido a que son el futuro de esta etnia, y desde donde se realizan esfuerzos para que tengan una educación especializada y un crecimiento digno como persona. Por tanto, el esfuerzo del resto del planeta es asegurar que esta etnia pueda tener las condiciones necesarias para desarrollarse como persona y den continuidad a esta especie muchos más años.