Dice el refrán que es bueno que hablen de uno aunque sea para mal. La prueba de ello se halla en Volkswagen que, a pesar del escándalo del fraude en las emisiones de algunos de sus motores diésel, cerró el año 2016 con más de 7 millones de euros de beneficios. Exactamente, la compañía registró 14.600 millones de euros de beneficios antes de impuestos e intereses, lo que se conoce como resultado de explotación. A ello hay que restar los 7.520 millones de euros que el grupo provisionó para sufragar gastos originados por el Dieselgate.
Computados esos gastos que Volkswagen denomina items especiales, resulta un margen de 7.100 millones de euros que, comparado con los 4.100 millones de pérdidas que registró en 2015, supone una diferencia de 3 millones de euros más en la facturación anual de la marca. El margen de ventas subió del 6 por ciento en 2015 al 6’7 por ciento en 2016.
En un comunicado emitido por la marca, el director financiero, Frank Witter, señaló que “a pesar de los daños causados por la crisis del diésel, podemos estar satisfechos por el desarrollo de la actividad del grupo. Debemos tener una gran disciplina para lograr los objetivos fijados en todas las divisiones y volver a la senda del éxito en los próximos años”.
Volkswagen mantiene una lucha encarnizada para superar las consecuencias del Dieselgate, después de haber reconocido que había manipulado las cifras en las emisiones de óxido de nitrógeno en los motores diésel de más de once millones de vehículos en todo el mundo. Los costes en indemnizaciones, reparaciones y recompra de vehículos en Estados Unidos han superado los 21 millones de euros.
Pero, a pesar de los nubarrones que oscurecieron la reputación de la compañía, Volkswagen se proclamó líder mundial como fabricante de automóviles más vendido, superando a Toyota, gracias al crecimiento en China, donde el escándalo no supuso problema alguno.
Gracias a estos datos positivos, en la Reunión General Anual que celebrará el grupo el próximo 10 de mayo, el consejo de administración propondrá un dividendo de 2 euros por acción ordinaria y 2’06 por acción preferente, valores superiores a los 0’11 y 0’17 respectivamente en el ejercicio 2015.
