El independismo catalán podría seguir teniendo mayoría absoluta después de las elecciones autonómicas, cuya fecha se desconoce. Sin embargo, podría darse la circunstancia que no gobernara el bloque independentista tal y como lo ha hecho hasta ahora. Según la última encuesta de GAD3 para el diario ABC, ERC ganaría los comicios con un 28,1% de los votos (43 escaños) por delante del PSC, que reuniría un 20,8% del electorado (27 escaños). JxCAT descendería a tercera opción política más votada, con un 15,4% de los votos (24 escaños).
Entre los partidos con menos representación, Ciudadanos sería el que tendría una posición más favorable. El partido de Carlos Carrizosa se despeñaría y pasaría de ser primera a cuarta fuerza, perdiendo uno de cada tres escaños y reuniendo tan solo al 8,9% de los votos (12 escaños). En Comú Podem le pisaría los talones con un 8,1% del electorado (10 escaños), por delante del PP y su 7,2% (nueve escaños) y la CUP con su 4,9% (seis escaños). Vox irrumpiría en las instituciones catalanas con un 4,4% (cuatro escaños).
ERC tendría en su mano el futuro de la Generalitat
El partido de Oriol Junqueraas podría decidir, por primera vez desde hace años, cuál sería el rumbo de la comunidad autónoma. Los republicanos superarían con todas las garantías la mayoría absoluta del Parlament de Cataluña (68 escaños) con el PSC. Ambos sumarían 70 escaños para poder reconducir la deriva política en la Generalitat.
Sin embargo, JxCAT también podría reclamar a Esquerra el trato preferente que le ha dado desde las elecciones catalanas de diciembre de 2017. Ambos se quedarían a un solo escaño de la mayoría absoluta (tendrían 67), pero podrían apoyarse en los comunes para sacar adelante diversaas medidas y propuestas, como han hecho hasta el momento.
Y todo esto podría suceder ante un bloque constitucionalista mermado por su tono bronco y sus aportaciones difusas a la solución del desafío soberanista de Cataluña.