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Sánchez se verá con Torra a principios de febrero en el Palau

Quim Torra paseando con Pedro Sánchez por los jardines de La Moncloa.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer que se reunirá con el presidente de Cataluña, Quim Torra, a principios de febero para retomar el diálogo y alcanzar una solución al desafío soberanista de forma conjunta con la mesa de negociación entre gobiernos. "Estoy encantado con ese encuentro", aseguró. 

El secretario general del PSOE aseguró que esta reunión retrasará la formación de la mesa de negociación entre gobiernos "por petición expresa del presidente de Cataluña". Según Sánchez, Torra quiere poner el germen de una negociación que podría acabar en una consulta ciudadana de carácter autonoómico catalán para que los ciudadanos respaldaran o rechazaran lo acordado en las negociaciones. "El resultado de esa votación será unión y no división", aseguró. 

Sánchez situó en una entrevista en RTVE esta legislatura "como la del diálogo territorial" y, para ello, se reunirá con todos los líderes autonómicos durante este año en las capitales de las diferentes autonomías. "Quiero abordarlo con energía", aseguró. Por lo tanto, el líder del Ejecutivo se comprometió a verse con los 17 presidentes autonómicos y los dos presidentes de Ceuta y Melilla. 

Dos razones para que se dé el encuentro

Sánchez situó este cambio con el independentismo catalán porque, en la actualidad, se cumplen dos realidades en España: el ambiente en Cataluña está más calmado "gracias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado" tras la sentencia del procés catalán, y porque ERC se ha comprometido a dialogar. El presidente enmarcó la negociación dentro del marco constitucional: "Si fuera contra la ley, estaría prevaricando". 

Abandono del unilateralismo

Sánchez instó al independentismo catalán a abandonar la idea de repetir el otoño soberanista de 2017 e intentar aprobar un nuevo referéndum ilegal de autodeterminación. Además, animó al independentismo a no decir en público que España no es una democracia porque "será una democracia imperfecta, pero es una democracia”. 

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