Consternación absoluta en la familia de la Real Sociedad. El futbolista donostiarra Unai Arruabarrena, quien fuera canterano del club, de 22 años y actual jugador del Lagun Onak, fue localizado sin vida el pasado sábado en la residencia universitaria de Pamplona en la que se encontraba alojado mientras cursaba sus estudios en la capital navarra, según publica el diario Deia. El conjunto 'txuri urdin' ha manifestado su "dolor y tristeza" por el inesperado fallecimiento de Arruabarrena, cuyas causas se desconocen.
El joven se formó en las categorías inferiores de la entidad, militando durante diez años, desde los infantiles hasta los juveniles, en Zubieta. "Queremos trasmitir nuestro más sincero pésame y condolencias a la familia y allegados de Unai Arruabarrena. Goian Bego", ha manifestado la Real en un comunicado.
?? Nos unimos al dolor por el fallecimiento de Unai Arruabarrena, canterano realista que se formó en Zubieta desde la categoría infantil hasta la de juvenil. Nuestro pésame a familiares y amigos. Goian bego.https://t.co/6Z4N9qfpih
— Real Sociedad Fútbol (@RealSociedad) October 8, 2022
?? Nuestro más sentido pésame en estos duros momentos a los familiares y amigos de Unai Arruabarrena, así como a sus excompañeros. DEP.
Antiguokon bi urtez aritu zen, jubeniletako azken bi urteetan.
Goian Bego.
— Antiguoko KE (@Antiguoko) October 9, 2022
Arruabarrena, que según la edición digital de Mundo Deportivo fue encontrado muerto en las duchas del citado colegio mayor, fue compañero durante su paso por el club guipuzcoano de futbolistas actuales de la primera plantilla de la Real Sociedad, como Jon Pacheco o Ander Barrenetxea; de algunos que pertenecen a la segunda, como Magunazelaia y Kortajarena; y de otros jugadores que están en el ámbito del equipo de Primera, como Marrero y Urko González. Unai era defensa central zurdo y en su último año de juvenil jugó como cedido en el Antiguoko.
Antes de que comenzara el encuentro contra el Villarreal, el Reale Arena guardó el lunes un emotivo minuto de silencio en recuerdo tanto del ex canterano realista como del socio Txomin Landa, que se sintió indispuesto cuando se encontraba en la grada viendo el partido entre el Espanyol y la Real Sociedad el pasado 18 de septiembre y murió días después. El capitán Mikel Oyarzabal entregó un ramo de flores a sus familiares.
