Ana Obregón le ha dedicado una carta abierta en su cuenta de Instagram a Beatriz Zimmermann, la madre de las niñas de Tenerife, Anna y Olivia, después de que este jueves se hallase el cuerpo de esta última en el mar, a unos 1 metros de profundidad y a unas tres millas de la costa.
El cadáver de la pequeña, de seis años, estaba en el interior de una bolsa de deporte lastrada por un ancla. Este hecho hace que los expertos ya consideren su hipótesis confirmada: que Tomás Gimeno, padre de las menores y ex pareja de Beatriz, la madre, raptó a sus hijas el pasado 27 de abril, día en que se les perdió la pista. Luego, las mató y las arrojó al mar, envueltas en los petates que le vieron cargar en su lancha a través de las cámaras del puerto en Tenerife.
Gimeno habria usado el ancla y la botella de buceo que encontraron para lastrarlas, y después, según la creencia de los investigadores, y dada la pérdida súbita de la cobertura de su teléfono la última vez en que habló con Beatriz para decirle una vez más que no volvería a ver a sus hijas, se lastró a sí mismo, perdiéndose en el fondo del mar.
Ahora, las autoridades buscan el cuerpo de la pequeña de las hermanas, Anna, de dos años, y el del propio Tomás, a quien la actriz y presentadora también se ha referido en su mensaje compartido en la redes sociales. Desea que esté vivo para "lapidarle entre todos". "Yo tiraría la primera piedra", ha llegado a escribir la ex de Alessandro Lequio, mostrando su más absoluta repulsa a la atroz venganza machista del asesino.
En la carta colgada en Instagram, Ana Obregón, quien perdió a su único hijo, Álex Lequio, por culpa del cáncer el 13 de mayo del pasado año, con solo 27 años de edad, se expresa así:
"Querida Beatriz,
He seguido tu historia de esperanza y valentía desde el principio de esta tragedia. Solamente pido que ese cabrón –sí, cabrón y asesino– esté vivo (a los mierdas hay que llamarles por su nombre). Y si la justicia fuera justa, cuando le cojan, que no entre en la cárcel unos años como hacen con todos los asesinos de sus hijos, sino que deberíamos lapidarle entre todos, y yo tiraría la primera piedra.
Y a ti, querida Beatriz, poco puedo decirte, porque no hay consuelo. Cuando una madre pierde un hijo, nos entierran en vida. No voy a pedirte que seas fuerte, ni que pienses que está en el cielo, ni todas esas cosas que nos dicen con cariño pero que no nos ayudan en nada. Solamente puedo mandarte todo mi amor y decirte que no estás sola. Toda España está contigo y somos muchas las madres que han perdido a su hijo y que lloramos contigo".
Junto a la publicación, que acompaña del 'hashtag' #OliviaDEP y el emoticono de un corazón, la bióloga adjunta una imagen de las dos pequeñas.