Fiama Rodríguez se ha sincerado en las últimas horas con sus seguidores a través de 'Yes to all', su canal de Mtmad, la plataforma de vídeos de Mediaset. En el nuevo clip que ha subido, la que fuera participante de la primera edición del reality de parejas 'La isla de las tentaciones' ha relatado uno de los episodios más trágicos de su vida, inédito hasta el momento. La joven ha confesado que un día tuvieron que hospitalizarla de urgencia y que estuvo a punto de morir. Incluso, asegura ella misma, llegó a planear su propio funeral y a despedirse de sus familiares y amigos.
Mirando a cámara y muy emocionada, la también ex 'pretendienta' de 'MYHYV' ha explicado a sus fans el grave problema de salud que antes incluso de que cumpliera la mayoría de edad, siendo aún prácticamente una adolescente, le costó medio pulmón y del que, según la propia Fiama, salió reforzada y con un gran espíritu de superación.
"Yo tenía 17 años y me iba a un concierto del grupo musical SFDK. Antes, nos fuimos a tomar algo. Estábamos de cachondeo y empecé a sentir como ganas de escupir […] Empecé a sangrar por la boca y por la nariz. Era como una cascada y nos asustamos bastante", comienza la canaria su exposición. Al parecer, en un primer momento, Rodríguez creyó que se trataba de algún malestar puntual, pero como las hemorragias eran incontrolables, los médicos decidieron someterla a varias pruebas. Finalmente, los especialistas concluyeron que la dolencia de la paciente era inoperable.
?? El momento más duro en la vida de Fiama: estuvo a punto de morir por un problema médico, hasta el punto de llegar a despedirse de sus padres en el hospital https://t.co/AXx36CQyCS pic.twitter.com/qaIwscvAFJ
— mtmad (@mtmad) May 18, 2021
"No daban con la manera de salvarme. Me dijeron que me iba a morir, y me lo dijeron bastante claro", continúa su relato la ex concursante de 'LIDLT' con lágrimas en los ojos. "Cuando me iban a dar el alta empecé a sangrar otra vez. Me llevaron a la planta de críticos porque no entendían el motivo. Me hacían pruebas y no salía nada. La gente empezó a entrar en la habitación dos en dos y yo notaba que se estaban despidiendo de mí", cuenta la joven a punto de derrumbarse.
La situación clínica de Fiama llegó a ser tan grave que los médicos optaron por sedarla. "Estaban esperando a que sangrara otra vez para dormirme. Yo solo quería que eso acabara. Pero no derramé ni una lágrima. Me quedé muy tranquila y decidí que quería estar bien. Me despertaba, peinaba, me maquillaba, me ponía a contar chistes", recuerda Rodríguez, que durante ese intervalo de tiempo prefirió mostrarse feliz para ser recordada así por su familia. También aprovechó, según sus palabras, para "planear mi funeral".
"Quería que todo fuera rojo y blanco y que mis iniciales las llevaran los moteros, porque mi padre es motero. Quería que hicieran un cóctel y mi madre me decía que estaba loca", desvela en el mecionado vídeo la ex de Álex Bueno. Luego, llegó el día en que empezó a sangrar de nuevo. "Estaba esperando a que vinieran a sedarme, pedí que entraran mis padres y ahí sí que me cagué. Ahí no quise demostrarles nada, pero les dije que eran lo mejor que me había pasado, que muchas gracias por todo lo que me habían dado", sigue explicando con crudeza.
Para colmo de males, al entrar en el quirófano, Fiama Rodríguez vio un número seis, cifra maldita para ella. "Yo le tenía pánico a ese número y cuando dijeron ese número me derrumbé. Ahí dije: 'se acaba'. Al final me operaron porque una neumóloga en prácticas se volvió loca cuando se enteró de que con solo 17 años me iban a sedar. Dijo que no podía ser, que había que intentar operarme. Pero nada podía salir bien. No podía haber comido ni tener fiebre, y mucho menos estar sangrando en ese momento".
A pesar de todo, la citada médico residente decidió intervenir a la joven y quitarle medio pulmón. "La operación me la hicieron por detrás porque se gastaba menos presupuesto. Dieron por hecho que no iba a vivir. Salí, el pulmón no iba, los pulmones los tenía cerrados, estuve 72 horas entubada. Cuando iban a hacerme la traqueotomía, miraron cómo tenía los pulmones, pero cuando pronunciaron la palabra bisturí, éstos empezaron a funcionar. Comencé a respirar y nadie entendía por qué". Tras esta dura y, a la vez, milagrosa vivencia, Fiama se tatuó una catrina "que se ríe de la muerte".