La Unión Europea y el gobierno de Reino Unido alcanzaron ayer un acuerdo para el periodo de transición tras la salida de los británicos del club comunitario, fijado para el 29 de marzo de 2019. La fecha de desconexión se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2020, cuando el Brexit será definitivo. Para el negociador de la UE, Michel Barnier, el acuerdo es positivo tanto para los ciudadanos como para las compañías, puesto que “elimina incertidumbres”.
En este acuerdo post-Brexit el gobierno de Theresa May ha cedido finalmente en los principales puntos de conflicto y que más polémica habían generado, como los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido o la frontera con Irlanda del Norte.
Las claves del acuerdo
Hasta el 31 de diciembre de 2020, fecha en que el Brexit será definitivo, Reino Unido deberá seguir cumpliendo con la normativa europea. Sin embargo, ya no tendrá derecho a opinar ni a votar en la toma de decisiones. Asimismo los ciudadanos europeos que lleguen al Reino Unido durante este periodo mantendrán los mismos derechos que los que ya residen allí actualmente.
La cuestión irlandesa es una de las más polémicas y el borrador del acuerdo demuestra que este todavía es débil. De momento, Londres ha cedido a la UE la creación de un marco legal que mantenga a Irlanda del Norte en el mercado único y en la unión aduanera, al menos hasta que ambas partes encuentren un acuerdo mejor. El borrador deja abierto, por tanto, la negociación sobre este asunto. Aunque May aseguró el mes pasado que no cedería en la cuestión irlandesa, alegando que esto afectaría a la soberanía nacional del Reino Unido, ni Londres ni Dublín quieren una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte, ya que temen que pueda poner en riesgo los Acuerdos del Viernes Santos.
Las concesiones que la UE ha hecho en favor del gobierno de May son leves. Reino Unido podrá firmar acuerdos internacionales tal y como demandaba. Sin embargo, estos solo podrán entrar en vigor una vez concluido el periodo de transición.
Negociaciones con España por Gibraltar
Las negociaciones sobre la posición de Gibraltar tras el Brexit se llevarán a cabo de manera bilateral entre Reino Unido y España. Según el negociador británico, David Davis, las conversaciones entre Madrid y Londres ya han comenzado y asegura que están siendo muy productivas. Desde Bruselas, en cambio, afirman que España se está mostrando firme con sus reivindicaciones. El gobierno español quiere que el Reino Unido haga concesiones en el uso compartido del aeropuerto del Peñón y ceda también en las prácticas fiscales agresivas gibraltareñas.
Por el momento, Gibraltar abandonará la UE al mismo tiempo que Reino Unido y seguirá beneficiándose del mercado único durante el periodo de transición, hasta finales de 2020. Madrid tiene poder de veto sobre el acuerdo final que se alcance en esta cuestión.