El temporal de frío que asola Rusia estos días se ha cobrado una nueva víctima. Un niño de solo cuatro años, llamado Bogdan, ha fallecido tras salir sonámbulo de su casa durante la noche y pasar horas a 20º bajo cero.
Ha ocurrido en una aldea de la región de Krasnoyarsk, situada en la mitad sur del país. El pequeño se levantó mientras dormía y, sonámbulo, salió de su casa y se dirigió a una de las viviendas vecinas, vestido solo con un fino pijama y sin zapatos.
Ya por la mañana, la madre del niño, María, fue la que se percató de que el pequeño no estaba y empezó a seguir sus huellas en la nieve. Esas huellas la llevaron a descubrir el cuerpo de su hijo, ya fallecido, congelado a solo unos metros.
Bogdan no es el primer niño que fallece en Rusia al quedar expuesto al intenso frío. Y es que, hace solo unos días, una pequeña de tres años falleció en Moscú al quedarse fuera de la guardería después del recreo. La profesora de la niña no se dio cuenta de su ausencia y pequeña falleció tras pasar más de dos horas a -5º centígrados.