La prima que exigen los inversores por tener deuda pública de Francia, en lugar de la alemana o la belga, marca hoy guarismos máximos de varios años, con los bonos galos bajo la insistente presión que ejercen los crecientes riesgos de las elecciones presidenciales de abril y mayo.
Los comicios franceses están empezando a convertirse en un elemento de riesgo importante para los mercados financieros. A los inversores les preocupa la posibilidad de una victoria de Marine Le Pen, la líder del ultraderechista Frente Nacional.
Esta formación política advirtió ayer que colocaría una salida del euro en el corazón de su plataforma económica, en línea con la decisión británica de abandonar la alianza continental.
Le Pen no es la favorita para ganar las elecciones, pero uno de los candidatos, el conservador François Fillon, se ha visto envuelto en un escándalo. (Ver aparte)
“El diferencial (de la rentabilidad de la deuda) de Francia con Bélgica es el barómetro que usamos para el riesgo político, y se ha ampliado desde que un asesor de Le Pen esbozase sus planes para un ‘Frexit'”, explicó esta tarde en declaraciones a la prensa el estratega de ING, Martin van Vliet, haciendo uso de término similar al referido para la salida del Reino Unido de la UE (Brexit).
“Y con Fillon bajo la lupa también, (la deuda de) Francia está haciéndolo claramente peor”, indicó.