Las encuestas para las elecciones de Francia dieron un nuevo vuelco, y ahora el centrista independiente Emmanuel Macron es el candidato con mayores posibilidades de ganar los disputados comicios presidenciales de este año.
Un sondeo de opinión publicado en momentos en que el rival conservador y anterior favorito François Fillon enfrenta un escándalo, realizado entre el 30 y el 31 de enero, mostró un incremento en la intención de voto también para la líder del partido ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen.
Fillon -el candidato de Los Republicanos que era favorito hasta la semana pasada- hoy no pasaría, siquiera, a una segunda ronda.
La encuesta, realizada por la firma Elabe y dada a conocer por la prensa gala, presentó dos escenarios de votación que varía según qué candidatos compitan: descarta a Fillon para la segunda ronda, a la que solo acceden los dos candidatos más votados en la primera elección, que se realizará el 23 de abril.
Le Pen sube
La intención de voto en la primera ronda a favor de Macron no cambió o avanzó un punto a 22-23%, dependiendo del escenario. El respaldo a Le Pen aumentó en tres puntos hasta 26-27%.
El apoyo a Fillon cayó entre 5 y 6 puntos a 19-20%. El sondeo se realizó días después de que el informe de un diario parisino revelara que su mujer recibió un sueldo público por un trabajo falso, lo que afectó notoriamente su campaña. Fillon niega las acusaciones, pero junto a su esposa están siendo investigados.
Elabe pronostica que Macron ganaría a Le Pen en segunda ronda el 7 de mayo con un 65% de los votos. Si Fillon llegase a alcanzar la segunda ronda, también le ganaría a Le Pen, pero con un margen menor, del 59%, según la encuestadora.
El sondeo publicado hoy es el segundo en realizarse desde que el escándalo golpeara la campaña de Fillon la semana pasada y se abriera una investigación oficial. Confirma un impacto en la intención de voto a Fillon, que ya se hizo visible en otra encuesta publicada el domingo.
La Policía francesa registró la Asamblea Nacional ayer por el caso y los líderes del partido comenzaron a plantearse un “plan B” sin Fillon.