Que la puntualidad es importante para los británicos no es un misterio, pero lo que no se sabía hasta ahora era que dos minutos de retraso podían hacer dimitir hasta a un ministro.
Así ha ocurrido con el responsable del Departamento de Desarrollo Internacional del Gobierno británico, Lord Bates. Bates debía acudir para dar la réplica a una diputada de la oposición, pero un retraso de solo un par de minutos le impidió estar en su puesto para contestar.
“Mis lores, con permiso de la cámara, si me lo permiten me gustaría ofrecer mis más sinceras disculpas por mi descortesía a la Baronesa Lister por no estar en mi puesto para responder a su pregunta en un asunto tan importante al arranque de la ronda de preguntas” aseguraba Bates, compungido.
La disculpa fue inmediatamente aceptada por la Baronesa Lister. Sin embargo, la sorpresa llegó solo unos minutos después, cuando Bates volvió a disculparse y afirmó “estoy profundamente avergonzado por no haber estado en mi sitio y por lo tanto debo presentar mi dimisión a la Primera Ministra con efecto inmediato.” Tras lo cual abandonaba su puesto, ante la negativa y la sorpresa de ambas bancadas.
La primera ministra Theresa May ya ha anunciado que no acepta la dimisión de Bates, al que todos sus compañeros han calificado como un hombre que destaca por su respeto a la oposición y su exigencia en el trabajo.