Las autoridades de Filipinas se encuentran en alerta ante la inminente gran erupción del volcán Mayon, que lleva días emanando ríos de lava. La situación ha obligado a evacuar ya a 36.500 personas, que han tenido que ser realojadas en refugios de la región. Eso sí, según datos oficiales, más de 2 evacuados se encuentran aún sin techo.
El vocán Mayon lleva en erupción desde el pasado sábado y desprende ríos de lava que superan ya los tres kilómetros de largo. Por ello, las autoridades han decretado el nivel 3 (crítico) de alerta, en una escala de 5. Ésto supone que el entorno del volcán es una zona de peligro, por lo que hay un perímetro de 7 kilómetros con acceso restringido y se han prohibido los vuelos sobre la zona.
El despertar del volcán Mayon ha provocado, además, algunos temblores y desprendimientos de rocas, lo que ha aumentado el miedo de la población, que ha recordado la tragedia ocurrida en 1991. Ese año, la erupción del volcán Pitanubo, situado al noroeste de Manila, causó más de 800 muertos y generó una capa de ácido sulfúrico que causó graves daños en la atmósfera.
Sin embargo, los expertos descartan que una tragedia así pueda repetirse con el volcán Mayon, que tiene, según parece, menos potencia que el Pitanubo.