En 2018 se abre una oportunidad histórica: la creación de la mayor área protegida de la Tierra, el Santuario del océano Antártico. Para reclamar la fundación de este santuario oceánico, Greenpeace inicia hoy una expedición pionera compuesta por científicos, pilotos de submarinos, expertos en maniobras en hielo, cineastas y periodistas que, a bordo del legendario rompehielos y buque de investigación Arctic Sunrise, viajan durante 3 meses, para explorar por primera vez el lecho del mar de Weddell.
La vida
“Este santuario sería un refugio para pingüinos, ballenas y focas y dejaría estas aguas fuera del alcance de los buques de pesca industrial, que buscan explotar el pequeño camarón o kril en el que se basa la vida en la Antártida”, ha declarado Pilar Marcos, responsable de la campaña Santuario del océano Antártico, de Greenpeace España.
La tripulación del Arctic Sunrise, compuesta por 35 personas, va a realizar investigaciones científicas con un submarino, para documentar hábitats del fondo, que se enfrenta a fuertes presiones por el cambio climático, la sobrepesca y la contaminación, y recoger pruebas para que los gobiernos declaren un Santuario en el océano Antártico.
Protección
La expedición será pionera porque por primera vez se explorará el lecho del mar de Weddell, que es el espacio propuesto por la UE, promovida por el Gobierno alemán, a la Comisión del Océano Antártico. Esto proporcionará mayor evidencia de la necesidad de una protección integral del área. La tripulación también realizará muestreos de agua para identificar la presencia de contaminación por plásticos en esta remota región.
“Ya se han dado los primeros pasos por los encargados de la gobernanza en el océano Antártico para proteger uno de los últimos ecosistemas marinos prístinos del mundo, un océano que conecta con todos los océanos. Estoy emocionada por aliarme con Greenpeace, para proporcionar la base científica que ayude a determinar qué áreas deben ser prioritarias para la protección”, ha declarado la doctora Susanne Lockhart, renombrada especialista en los ecosistemas antárticos de la Academia de Ciencias de California, que coordinará las inmersiones.
Mitigar efectos
El fondo del océano puede parecer lejano, pero lo que sucede allí es crucial para nuestro futuro. “Un santuario en el océano Antártico salvaguarda la fauna icónica como pingüinos y ballenas, y ayuda a lograr un océano sano que mitigue los peores efectos del cambio climático. Cuando los gobiernos se reúnan en octubre, tienen la oportunidad de crear el área protegida más grande de la Tierra. Hagamos que esto sea posible”, subraya Marcos.
La marcha de los pingüinos
Al comienzo de esta expedición pionera en la Antártida, han aparecido numerosos pingüinos de papel en ciudades de todo el planeta: desde Londres a Seúl, pasando por Buenos Aires, Sidney, Johannesburgo, Washington y Barcelona. Las llamativas esculturas geométricas han aparecido en zonas icónicas de todo el mundo, desde la Casa Blanca, la ópera de Sidney o la Sagrada Familia en Barcelona. Con esta “marcha de los pingüinos”, Greenpeace ha iniciado su campaña para llamar la atención sobre esta zona olvidada del planeta, tan importante por la belleza y fragilidad de su ecosistema como por su contribución a la supervivencia de millones de personas en todo el mundo.