Al menos 400 niños menores de 5 años, con desnutrición aguda grave, pueden morir en 2018, en la región de Kasai, en la República Democrática del Congo, si no se les proporciona la atención sanitaria que necesitan, informa UNICEF. La violencia, los desplazamientos masivos y la caída de la producción agrícola de los últimos 18 meses han provocado esta situación tan grave.
Regreso al hogar
Si bien las condiciones de seguridad se han estabilizado, en varias zonas de la región de Kasai, y algunas poblaciones desplazadas han comenzado a regresar a sus hogares y comunidades, la situación humanitaria es crítica. Más de 750 niños de la región padecen desnutrición aguda, mientras que 25 zonas se encuentran en situación de crisis nutricional por encima de los umbrales de emergencia.
En funcionamiento
“La crisis nutricional y de inseguridad alimentaria llega tras el desplazamiento de miles de familias, que han vivido durante meses en condiciones muy duras”, ha explicado Tajudeen Oyewale, representante en funciones de UNICEF en la República Democrática del Congo. “La verdadera magnitud del problema se evidencia, a medida que la gente vuelve a sus hogares en zonas en las que las condiciones de seguridad han mejorado y donde las instalaciones sanitarias han vuelto a ponerse en funcionamiento”.
Poco que cosechar
La violencia y el desplazamiento de 1,4 millones de personas, en la región de Kasai, han hecho que los alimentos escaseen, mientras dos tercios de los hogares no pueden cultivar sus tierras. La grave inseguridad alimentaria está afectando a gran parte de la región y no se espera que las condiciones mejoren antes de junio de 2018, al haberse perdido las últimas temporadas de siembra. Las familias tienen poco que cosechar en su propia tierra y nada que vender en los mercados.
El sarampión
También están devastadas las infraestructuras sanitarias, lo que dificulta el tratamiento de los niños gravemente desnutridos. Aproximadamente 220 centros de salud han sido destruidos, saqueados o dañados. Esto se traduce en un sistema sanitario débil, en acceso reducido a atención médica y en el aumento del riesgo de propagación de enfermedades transmisibles como el sarampión.
Solo el 15% de los fondos
“Es esencial garantizar el acceso a los servicios básicos de salud y nutrición a las poblaciones que regresan para que los niños desnutridos sobrevivan y prosperen”, ha asegurado Oyewale.
Desde enero de 2017, en la región de Kasai, UNICEF y sus socios han proporcionado ayuda nutricional terapéutica a 50.700 niños con desnutrición aguda grave y edades comprendidas entre los 6 y 59 meses. Sin embargo, la organización ha recibido solo el 15% de los fondos necesarios para responder a las necesidades nutricionales de los niños durante este año.