La reina Isabel II falleció el pasado 8 de septiembre por su "avanzada edad". Así lo recoge su certificado de defunción publicado este jueves por los Registros Nacionales de Escocia. En el documento se señala que la monarca británica, de 96 años, falleció a las 15.10 hora local (una hora más en España) en el castillo de Balmoral. Es decir: falleció tres horas antes de la comunicación oficial por parte del Palacio de Buckingham.
El documento también confirma que el entonces príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y la princesa Ana fueron los únicos familiares que estuvieron junto a la soberana en el momento del deceso. Sus otros dos hijos -Andrés y Eduardo- llegaron junto al primogénito de Carlos III, el príncipe Guillermo, en coche, pero ya era tarde. El príncipe Enrique llegó mucho después.
Meses antes de morir, Isabel II había reducido considerablemente sus apariciones públicas a causa de unos problemas de movilidad que llevaba arrastrando desde hace años. Con el certificado de la muerte, se acaban los rumores en torno al fallecimiento de Isabel II. Algunos apuntaban a que le había dado un infarto tras una enfermedad cardiovascular -por el moratón que se apreciaba en su mano dos días antes, al recibir a la nueva primera ministra, Liz Truss- aunque otros aseguraron que podría haberse caído.