La reina Letizia cumple 50 años este 15 de septiembre. La consorte de Felipe VI, que ha tenido un gran abanico de momentos en sus 18 años en el Palacio de La Zarzuela, goza en esta última etapa de una cercanía con la sociedad inusitada hasta la fecha, con índices de popularidad en ascenso desde hace meses. Sin embargo, todos saben que esto no es suficiente y la monarca está empeñada en mejorar su imagen institucional por el bien de la Corona y por el propio suyo.
Con esta fecha redonda, doña Letizia ha hecho balance de su imagen pública y del reto al que lleva enfrentándose casi dos décadas de la mano del Rey. Mujer de carácter -"¡Déjame terminar!", le espetó la entonces prometida del Príncipe de Asturias a su futuro marido en la presentación oficial de la pareja-, elocuente, inteligente, recta, con responsabilidad de trabajo… Todos estos principios los ha puesto a disposición de su marido y de la Jefatura del Estado para remar a favor de una institución azotada en la última década por varios escándalos que han puesto en el centro de las miradas a la Corona y a su legitimidad.
Desde hace ocho años, Letizia Ortiz Rocasolano es reina consorte de España. Ese 19 de junio de 2014, se presentaba ante ella el reto más importante de su vida. En ese momento, no gozaba de gran popularidad por su carácter muchas veces distante con la prensa y los invitados a actos de la realeza pero, a medida que su marido ha ido portando la corona, Letizia se ha ido desencorsetando hasta la actualidad, cuando se la ve relajada y cómoda con su papel.
La reina consorte ha estado también especialmente preocupada por la educación de sus hijas. Siempre ha velado por la intimidad durante su infancia para que crecieran en un entorno "lo más normal posible" y ha estado pendiente de la evolución de la Princesa de Asturias y de la infanta Sofía. A poco más de un año de la mayoría de edad de doña Leonor, el encaje personal de la monarca deberá cambiar, pues esa privacidad de la que ha querido dotar a sus hijas irá desapareciendo progresivamente hasta que ambas tengan un papel relevante en la agenda institucional diaria de la Casa Real.
Datos sobre su papel institucional
Desde que entró en la Familia Real, Letizia ha tenido una agenda con más de 3.800 actividades. La mayoría han sido con su marido -más de 2.800, de las cuales el 53% las realizó cuando era Princesa de Asturias-, mientras que unas 925 han sido a título personal, sobre todo como monarca. De ese total, 615 han sido como reina.
Doña Letizia está muy preocupada por la salud mental y la formación de la ciudadanía. El 77% de sus actividades se han centrado en esta materia: el 32% en torno a la formación y el 45% en la salud. El cáncer y las enfermedades raras se han convertido en una prioridad para la consorte, y no ha dudado en prestar su imagen y participar en los actos oficiales que anualmente se llevan a cabo para recordarlos. Una de sus armas más poderosas es su vestuario, con el que lanza mensajes contundentes. "Es perfectamente consciente de cómo comunica con su ropa", asegura su entorno.
"Estos años compartidos con la gran familia de las personas con enfermedades raras y con quienes le rodean, han dotado, sin duda de un enorme y luminoso sentido mi trabajo, en la anterior etapa como Princesa y ahora como Reina", aseguró Letizia en el Senado el 28 de febrero 2015, Día de las Enfermedades Raras. En esta línea, doña Letizia colabora activamente con actividades de investigación, prevención y tratamiento, como son la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) o la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder).
Además, ha realizado 145 viajes al extranjero. Es cierto que la mayoría han sido con Felipe VI -unos 110-, pero ha viajado en solitario en expediciones de carácter humanitario en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. El último viaje fue a Mauritania el pasado verano.
Difícil relaciones familiares
La reina Letizia siempre ha tenido un perfil propio en la Casa Real y su carácter a veces ha chocado con diferentes miembros de su familia política. Es de sobra conocida la escasa relación que mantiene con sus cuñadas Elena y Cristina porque estas nunca la aceptaron como esposa de su hermano al no proceder de una familia con títulos nobiliarios o reales.
Con sus cuñados, lo cierto es que Doña Letizia sintió la separación entre la hermana mayor de su marido y Jaime de Marichalar, con quien mantuvo una relación de simpatía y confianza mucho mayor que con Elena. Sin embargo, esta dista mucho de la relación que mantuvo con Iñaki Urdangarin, de quien no se fio nunca y con quien mantuvo siempre una relación protocolaria. Muestra de ello es que no hay una fotografía juntos fuera de los posados oficiales.
La relación con sus suegros ha sido diferente. Don Juan Carlos puso muchas trabas al matrimonio por la procedencia de doña Letizia -plebeya, divorciada e hija de un taxista-, algo que quedó marcado por siempre en la actual monarca consorte. Además, la esposa de Felipe VI siempre puso el acento sobre las actuaciones más que cuestionables del emérito durante su ejercicio como jefe de Estado, unas opiniones que no se guardaba y compartía abiertamente entre los muros de La Zarzuela. Este fue motivo de discusión permanente entre suegro y nuera. Y, una vez que Juan Carlos abdicó la Corona, Letizia impuso sus doctrinas en la Casa Real, coartando hasta el extremo la influencia de su suegro en las decisiones de la Jefatura del Estado por el bien de la institución.
A pesar de que se ha dicho que la relación con la reina Sofía siempre ha sido mala, lo cierto es que ambas han tenido altos y bajos. El momento de mayor tensión, como es sabido, fue ese desencuentro a la salida de la Misa de Pascua en la catedral de Palma en 2018. Esa mañana, los Reyes y sus hijas llegaron a Palma de Mallorca y advirtieron a la emérita que no se quedaban a comer en el Palacio de Marivent, algo que tensó el ambiente y que explotó horas después ante la opinión pública.
Sin embargo, la relación ha ido mejorando desde ese momento y se ha podido ver a ambas muy cercanas y sonrientes este verano en el archipiélago balear en varias ocasiones: en la recepción oficial a las autoridades de las islas junto a Felipe VI y paseando, junto a Leonor y Sofía, por un mercadillo de la capital balear en una cena de las mujeres de la casa.
Lo cierto es que el medio siglo de Letizia Ortiz es un buen momento para valorar su actuación al lado del Rey de España. Mucho se ha hablado de su carácter y de su papel en la Corona, pero es de justicia reconocer la influencia positiva de Su Majestad en la apertura de la Corona a la sociedad. Ha cambiado La Zarzuela para hacerla más abierta, más transparente y más cercana al pueblo con el único objetivo de mejorar la reputación de una institución dinamitada desde dentro para garantizar su continuidad y recuperar legitimidad. La Reina, en definitiva, sí ha remado a favor de obra.