Rusia y Ucrania han vuelto a acusarse mutuamente de ataques en la planta nuclear de Zaporiyia ocurridos a lo largo de las últimas horas y a pesar de los avisos de la agencia nuclear de la ONU, que les ha avisado de que están "jugando con fuego" y que el riesgo de un desastre nuclear "es muy serio". Según Rusia, el Ejército ucraniano ha disparado un misil contra la planta durante la noche, mientras que la autoridad nuclear ucraniana, Energoatom, ha señalado a las fuerzas rusas por abrir fuego contra las instalaciones. "Esta noche, las formaciones armadas de Ucrania lanzaron un ataque con un cohete de racimo Hurricane MLRS de 220 mm. Al acercarse a las unidades de potencia, el cohete liberó submuniciones de fragmentación" que causaron los daños materiales, según ha hecho saber la administración rusa que ocupa la localidad de Energodar, próxima a la planta, en un informe recogido por la agencia rusa TASS.
Ambas informaciones coinciden en que el ataque ha dañado un almacén de combustible nuclear usado y varios sensores empleados para detectar radiación. "Tres sensores han resultado dañados por el fuego enemigo", según Energoatom. "Ahora el personal de la central nuclear no podrá detectar a tiempo si hay una fuga de radiación de los contenedores con combustible gastado", ha añadido. "Un empleado de la estación también resultó herido. Recibió heridas de metralla y fue hospitalizado", ha añadido la operadora en su cuenta de Telegram.
El Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha calificado el incidente de "crimen" y "terrorismo" y ha pedido nuevas sanciones contra Moscú. "He hablado con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y le he comentado la situación en el campo de batalla, en particular en la central nuclear de Zaporiyia", ha apuntado Zelenski en Twitter. "El terrorismo nuclear ruso debe tener una respuesta más fuerte de la comunidad internacional con sanciones contra la industria nuclear y de combustible nuclear rusa", ha añadido.
El viernes, Zelenski ya denunció la "situación extremadamente peligrosa para todo el mundo, en toda Europa". "Es la mayor central nuclear de nuestro continente. Bombardear estas instalaciones es simple y llanamente un crimen, un atentado terrorista", advirtió.
Este sábado, el Secretario General de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, avisó de que los ataques de los últimos días en Zaporiyia son "cada vez más alarmantes". "Subraya el riesgo muy real de que haya un desastre nuclear que podría amenazar la salud pública y el medio ambiente de Ucrania y más allá", ha advertido. La actividad militar en torno a la central "debe evitarse a toda costa", ha subrayado Grossi.