Don Felipe recibió, en el Palacio Real de El Pardo, a los autores de la obra “La Jefatura del Estado Parlamentario en el siglo XXI”. La finalidad de esta obra colectiva es proporcionar las claves para comprender el significado y alcance de la posición y las funciones constitucionales de la jefatura del Estado como institución necesaria en la arquitectura del Estado parlamentario. Desde esta óptica, se analizan doce ordenamientos constitucionales: las monarquías británica, holandesa, belga, sueca, noruega, danesa y española; y las repúblicas francesa, portuguesa, italiana, alemana y austriaca. Los estudios contenidos en esta obra muestran qué significa ser Jefe del Estado en un Estado parlamentario. Examinan la posición y las funciones de un monarca o presidente, que, desde su suprema magistratura, reina o preside el Estado sin gobernarlo. Y, de esta forma, muestran al lector el «contenido intelectual» de la institución.
La jefatura del Estado parlamentario tiene unas funciones específicas (de integración y de moderación) que pueden revestir diferencias de regulación y a las que pueden sumarse otras potestades de indiscutible relevancia política. Es lógico, dadas las diversas vicisitudes históricas de cada Estado, que en cada uno de los ordenamientos estudiados en esta obra el diseño y la regulación de su jefatura presenten rasgos particulares; y que entre unos y otros haya diferencias profundas. Ahora bien, esto no impide reconocer un sustrato doctrinal e intelectual común a todos ellos. La institución se configura como la clave de bóveda del edificio constitucional parlamentario. Su mera existencia supone un formidable factor de estabilización política y un referente de la continuidad estatal en un contexto de aceleración histórica y de cambios constantes. Desde esta óptica, la jefatura del Estado es el necesario amarre o anclaje que toda nación necesita para no naufragar. Anclaje estabilizador que, en el turbulento mundo político que nos ha tocado vivir —un mundo en el que la capacidad misma del Derecho para producir certeza, seguridad jurídica y, en definitiva, estabilidad, está en crisis—, resulta fundamental para garantizar la continuidad de la democracia y la supervivencia de la libertad.
Por su parte, la reina Letizia fue recibida a su llegada por el presidente de UNICEF España, Gustavo Suárez Pertierra; el director ejecutivo de UNICEF, José María Vera; la presidenta del Comité de Estudios y Formación de UNICEF, María Ángeles Espinosa y la directora de Relaciones Institucionales y Planificación de UNICEF España, Digna Crespo.
Doña Letizia, como presidente de honor de UNICEF España y Defensora para la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia de la organización en todo el mundo, presidió la reunión de trabajo con expertos y madres con el objetivo de abordar los problemas relacionados con la salud mental de niñas, niños y adolescentes desde la perspectiva clínica, preventiva y familiar.
En la reunión de trabajo han participado el presidente de la organización, Gustavo Suárez Pertierra y el director ejecutivo José María Vera; la presidenta del Comité de Estudios y Formación de UNICEF España, María Ángeles Espinosa; la doctora Mar Faya Barrios, jefe de Sección de Psiquiatría del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y profesora colaboradora clínica docente de la Universidad Autónoma de Madrid; Jesús Poveda de Agustín, psiquiatra del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid; Mª Carmen Morillas Vallejo, presidenta de la FAPA Francisco Giner de los Ríos; y Soraya García Pérez y Rocío Sánchez García, presidenta y vicepresidenta del AMPA del Colegio Federico García Lorca de Leganés, respectivamente.
Durante la reunión se trató la situación actual en España de un problema, el de la salud mental de la infancia, que ha generado, sobre todo tras la pandemia, una creciente preocupación social. Se analizaron los principales problemas detectados por los expertos en los niños, niñas y adolescentes; la forma de abordarlos desde el punto de vista clínico y preventivo; las carencias detectadas en el sistema de salud y los cambios que requiere para hacer frente a estas situaciones.
Por su parte, las madres presentes en la reunión ofrecieron su visión antes las dificultades a las que se enfrentan las familias cuando aparecen problemas salud mental en sus hijos, las necesidades y carencias a las que tienen que hacer frente o el papel de las familias como factor protector de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes.
