El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, ha proyectado la prohibición de comer perros en el país, una práctica tradicional que se está convirtiendo en una vergüenza internacional milenaria.
Esta carne ha sido durante siglos parte de la cocina de Corea del Sur y se cree que alrededor de 1 millón de perros se come cada año, pero el consumo ha ido disminuyendo a medida que más personas adoptan a los animales como compañeros en lugar de como ganado.
Esta práctica está en decadencia gracias a las generaciones más jóvenes y la presión de los activistas por los derechos de los animales, ha ido en evolución con la sociedad mundial.
“¿No ha llegado el momento de considerar prudentemente la prohibición del consumo de carne de perro?” Moon le preguntó al primer ministro, Kim Boo-kyum, durante una reunión semanal el lunes, según informó a los medios de comunicación el portavoz presidencial.
Estas palabras se ven apoyadas con el aumento de la industria de mascotas de Corea del Sur, con un número creciente de personas que conviven con perros en casa, incluido el propio presidente entre ellos, pero todavía hay granjas de perros en funcionamiento, donde algunas razas de perros se crían como alimento. Moon salto al panorama internacional como un amante de los perros y tiene varios caninos en la residencia presidencial, incluido uno que salvó después de ser nombrado. Cabe destacar, que adoptar a Tory fue una de las promesas de Moon durante su campaña presidencial del año 2012 y el perro se convirtió en el primer perro de rescate en llegar a la Casa Azul.
Un millón de perros se comen anualmente en Corea del Sur.
Moon hizo las declaraciones cuando se le informó sobre un plan para mejorar el sistema de cuidado de las mascotas abandonadas, dijo su portavoz.
La ley de protección animal de Corea del Sur tiene como objetivo principal prevenir la cruel matanza de perros y gatos, pero no prohíbe el consumo en sí.
No obstante, las autoridades han solicitado llevar a cabo una modificación en breve de la ley y otras regulaciones de higiene para tomar medidas enérgicas contra las granjas de perros y los restaurantes antes de eventos internacionales como los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018.
Sin embargo, Corea no es el primer país en pronunciarse con respecto al perro como alimento, debido a que en 2017, Taiwán, otro lugar donde el consumo de estos animales era algo tradicional, prohibió explícitamente la venta y el consumo de carne de perro y gato y aumentó la pena por crueldad animal.
Las declaraciones de Moon apenas son un indicio de lo que podría venir para Corea del Sur en materia de legislación que proteja a los animales, pero todavía no es un hecho consumado, aunque oposición e instituciones internacionales han aplaudido y aguardan que sea una realidad que puede aportar un crecimiento en turismo y generar un mayor número de puestos de trabajo. Además, propuestas que van en media con la evolución de las nueva generaciones venideras.