Isabel II cumple 95 años en uno de los momentos más delicados de su vida. La reina inglesa sigue de luto por el fallecimiento de su marido, Felipe de Edimburgo, en un momento en el que parece que la población del Reino Unido se ha replegado en favor de su monarca tras una imagen que permanecerá en la memoria de todo el mundo: una reina sola, cabizbaja y algo empequeñecida despedía a su marido el pasado sábado en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Una instantánea que ha provocado un efecto inesperado: la mayor parte de los ciudadanos se han deshecho en elogios hacia la monarca y se ha eliminado de un plumazo la crisis surgida en el seno de la Familia Real tras la entrevista del príncipe Harry y Megan Markle.
El duelo nacional decretado durante 10 días en el Reino Unido finalizó oficialmente a las 09.00 horas del pasado domingo. Las banderas no ondean a media asta, pero el equipo de comunicación de Buckingham cuentas oficiales de Internet de la Casa Real Británica decidió mantener el luto en sus imágenes hasta este jueves. Isabel II está rodeada de la gente más cercana en la "burbuja" social en la que vive desde que se declaró la pandemia del Covid-19: 20 miembros del servicio que, hasta el 9 de abril, atendían las necesidades de la reina y del príncipe de Edimburgo. No habrá grandes celebraciones de Estado por su cumpleaños ni hará una aparición pública por su 95º aniversario. Lo único que hará la monarca, según fuentes de su entorno, será conducir el Jaguar verde hasta el Frogmore House, dentro del parque de Windsor, para pasear con sus dos nuevos cachorros, Fergus y Muick. Eso y recibir videollamadas de su familia.
La popularidad de la reina no ha parado de crecer, en parte, gracias al espíritu renovador de su marido durante los 73 años que estuvo a su lado como su máximo consejero. Sin embargo, todos miran ya al futuro: saben que la sucesión está cerca, aunque nadie quiere que llegue, y todos están marcando su propio perfil. Parte de la población no perdona al Heredero, Carlos de Inglaterra, el haber cometido tantos errores personales con Diana de Gales. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha erigido como el máximo consejero de su madre -tras el paso al lado de Felipe de Edimburgo, retirándose de la vida pública en 2017- y ha recuperado parte de la popularidad perdida por su compromiso con las causas sociales. El príncipe Guillermo, su hijo, es el máximo garante de la estabilidad monárquica después de cumplir 10 años de matrimonio con Kate Middleton y cuenta con más apoyo popular por haber mostrado en infinitas ocasiones la sensibilidad de su abuela. Su esposa ha demostrado las ideas firmes sobre la que sustentaría las generaciones venideras de los Windsor.
Las mujeres más cercanas a la reina -su hija Ana; sus nueras Camilla Parker Bowles y Sofía de Wessex; y su nieta política Kate Middleton- han organizado turnos para que Isabel II no pase mucho tiempo sola. Sin embargo, todo continuará igual a pesar de la ausencia del duque de Edimburgo a partir del próximo jueves: recibirá el maletín de piel roja con los asuntos de Estado que debe despachar y el 11 de mayo presidirá la reapertura del periodo de sesiones del Parlamento británico, en el Palacio de Westminster, junto a su hijo Carlos.