Felipe de Edimburgo ha fallecido este viernes a los 99 años. El marido de la reina Isabel II ha muerto en el Castillo de Windsor, según reza un comunicado de la Casa Real Británica: "Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Alteza Real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor".
It is with deep sorrow that Her Majesty The Queen has announced the death of her beloved husband, His Royal Highness The Prince Philip, Duke of Edinburgh.
His Royal Highness passed away peacefully this morning at Windsor Castle. pic.twitter.com/XOIDQqlFPn
— The Royal Family (@RoyalFamily) April 9, 2021
El pasado 16 de febrero por la noche ingresó en un hospital de Londres tras encontrarse indispuesto durante unos días. "Su Alteza Real el Duque de Edimburgo fue admitido en el hospital King Edward VII en Londres, el martes por la noche. La admisión del Duque es una medida de precaución, por consejo del médico de Su Alteza Real, después de sentirse mal", aseguró en su momento la Casa Real Británica. Fue sometido a una cirugía cardíaca y dado de alta el 16 de marzo.
Sin funeral de Estado
El propio príncipe de Edimburgo fue el que renunció a la pompa que envolvería la muerte de un miembro tan destacado de la realeza británica. Como esposo de la Reina tiene derecho a un funeral de Estado, pero él mismo renunció a él y pidió tener uno privado al estilo militar en la Capilla de San Jorge (en el Castillo de Windsor) y ser enterrado en Frogmore Gardens, donde descansan los restos de la reina Victoria y el príncipe Alberto.
El pasado 16 de febrero por la noche ingresó en un hospital de Londres tras encontrarse indispuesto durante unos días. "Su Alteza Real el Duque de Edimburgo fue admitido en el hospital King Edward VII en Londres, el martes por la noche. La admisión del Duque es una medida de precaución, por consejo del médico de Su Alteza Real, después de sentirse mal", aseguró en su momento la Casa Real Británica. Fue sometido a una cirugía cardíaca y dado de alta el 16 de marzo.
Nacido en la isla griega de Corfú, se casó con 26 años con la heredera al Trono de Reino Unido. Hasta el momento de la coronación de Isabel II todo fue idílico, pero luego comenzaron a sucederse diferentes episodios de infidelidades públicas y privadas. Sin embargo, y a pesar de caminar varios pasos por detrás de la reina como su puesto exigía, fue un consorte modélico, al servicio de la familia y cumplidor de los planes de su esposa. De sus cuatro hijos, Ana era su favorita porque la veía una mujer con carácter, que reivindicaba su papel frente a aquello que no le parecía bien dentro del Palacio de Buckingham. De Carlos opinaba que era demasiado "blanco", muy manipulable, por lo que le envió a un internado de Escocia durante su adolescencia. En este centro, en vez de fortalecer su carácter, le hicieron un joven más inseguro y débil. Andrés y Eduardo tuvieron poco contacto con su padre: con el primero nunca se entendió y con el segundo no hubo ocasión de forjar una relación padre-hijo, aunque nunca le dio un disgusto.
Fue Felipe quien invitó al príncipe Carlos a dejarse de amoríos y casarse con Diana Spencer, una opción que resultó siendo equivocada. La relación entre el príncipe de Edimburgo y la princesa Diana fue muy buena, y su suegro se convirtió en un gran apoyo para la madre de Guillermo y Harry dentro de palacio.