El expresidente de Estados Unidos Donald Trump no ha mostrado ni un ápice de autocrítica en su primera aparición pública desde que abandonara la Casa Blanca, hace ya más de un mes. El exmandatario más poderoso del mundo siguió defendiendo el bulo de que el Partido Republicano ganó las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 aunque no esté presidiendo el país por un "fraude flagrante" y descartó fundar una nueva formación tras las reticencias surgidas en el seno del partido ante sus últimas actuaciones y declaraciones como presidente, como alentar el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero. "Ya tenemos al Partido Republicano", aseguró el expresidente, añadiendo lo siguiente: "El Partido Republicano está unido. La única división se da entre una panda de politicuchos del establishment de Washington y el resto del país”.
Trump participó en la clausura de la convención del conservadurismo estadounidense para darse un baño de masas, la Conservative Political Action Conference (CPAC). Durante 90 minutos, el antecesor de Joe Biden aseguró que los tribunales "no tuvieron el valor de hacer lo correcto" al impugnar los resultados de unas "elecciones amañadas". “Tenemos un sistema electoral enfermo y corrupto que debe arreglarse, estas elecciones fueron manipuladas y el Tribunal Supremo y otros tribunales no quisieron hacer nada al respecto”, subrayó.
Nada más empezar su discurso mostró que era el mismo Trump de siempre. "¿Me echáis de menos?", preguntó ante una encolerizada concentración de personas. “Un presidente republicano regresará pronto y triunfalmente a la Casa Blanca. Me pregunto quién será”, aseguró el expresidente ante los gritos de "¡Tú, tú!" de los congregados. Trump no disipó duda alguna sobre si encabezará la candidatura conservadora a la Casa Blanca en 2024, pero sí planteó la posibilidad de que, "quizá, tenga que volver a derrotar a los demócratas por tercera vez". Por tercera vez a su juicio, porque los resultados de los últimos comicios presidenciales otorgaron la victoria al candidato demócrata.
“El increíble viaje que iniciamos juntos hace cuatro años está lejos de terminar, nuestro movimiento de patriotas que trabajan duro acaba de empezar y al final ganaremos”, dijo Trump, recuperando uno de sus discursos más duros e intolerantes de la campaña de 2016. "Nos hemos juntado aquí esta tarde para hablar del futuro: del futuro de nuestro movimiento, del futuro de nuestro partido y del futuro de nuestro querido país", subrayó. Por ello, les aseguró a todos sus seguidores que permanecerá luchando "a vuestro lado" por pasar de la "América last" -América a la cola- a la "América first" -América primero-. Y, para Trump, solo se conseguirá si se decide "trabajar activamente para escoger a líderes republicanos fuertes, duros e inteligentes".
Desde que abandonó la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, el expresidente estadounidense vive en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, donde mantiene su oficina pospresidencial. Desde allí, ha planificado una estructura que permita crear un Comité de Acción Política para recaudar fondos con un único objetivo: "Salvar América". Está por ver si se presentará o no a las elecciones de 2024, pero lo que está claro es que intentará tener este baño de masas cada vez más asiduamente.