Giuseppe Conte , primer ministro de Italia, como se venía rumoreando desde hacía semanas, ha presentado su dimisión y tendrá como objetivo formar un nuevo Gobierno en el menor plazo de tiempo posible. Desde la presentación de su dimisión tendrá que hacer frente a un plazo de 48 horas para recopilar los apoyos suficientes entre los miembros del Parlamento para formar su tercer ejecutivo en tan solo tres años.
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Finalmente, este mismo martes, Giuseppe Conte, primer ministro de Italia, ha presentado su dimisión ante Sergio Mattarella, presidente de la República. Conte se ha desplazado hasta el Palacio del Quirinal, sede de la jefatura del Estado, tras llevar a cabo una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, esta mañana, donde comunicó su decisión de renunciar al cargo para poder abrir una crisis de Gobierno, de manera formal. Hay que recordar que el primer ministro está al frente de una coalición formada por tres partidos: “Libres e Iguales”, “Movimiento 5 Estrellas” y “Partido Democrático”.
Esta decisión viene provocada por la falta de apoyos en el Parlamento tras la salida de “Italia Viva”, partido liderado por Matteo Renzi, de la coalición tras mostrarse en contra del plan de recuperación para hacer frente a la crisis económica por la pandemia del coronavirus, lo que ha provocado que Italia vuelva a la incertidumbre y tenga que buscar una solución en 24 horas.
Comte tendrá que formar una nueva Ejecutiva (por tercera vez en apenas tres años) y sondeará a todas las fuerzas políticas para poder crear un nuevo grupo en el Parlamento que aglutine a una serie de tránsfugas que estén dispuestos a brindar el apoyo suficiente. Conte ya ha comunicado al Parlamento su decisión: tanto a Roberto Fico, presidente de la Cámara de los Diputados; como a María Elisabetta Alberti Casellati, jefa del Senado de la República.
El presidente Mattarella comenzará una ronda con todos los líderes de las formaciones políticas para conocer su grado de solidez antes de formar un nuevo ejecutivo con Conte como líder. El objetivo es tener resuelto este punto antes del fin de semana. Pero en estas horas decisivas podría aparecer otro nombre para formar el nuevo Gobierno y sea el elegido por el presidente de la República italiana para tal labor. Esa ha sido la razón principal por la que Conte no ha dado el paso de dimitir hasta ahora.
La solución estaría en formar un nuevo Ejecutivo desde la base, desde cero, que permita la entrada de nuevos socios y llevar a cabo un pacto de legislatura. El principal problema estaría en la desconfianza por parte de Conte a la aparición de un nombre que lo sustituya en el período de transición entre un Gobierno y otro. Por esa razón, todos los movimientos que ha llevado a cabo el propio Conte han sido a la defensiva: por ejemplo, la defensa a Alfonso Bonafede, ministro de Justicia, que es una figura clave en el partido M5S.
Renzi se encuentra enemistado con el propio primer ministro y sigue defendiendo la necesidad de sustituir a Conte. Si de él depende la formación de un nuevo Ejecutivo, presionará para echarle y a todo su entorno de confianza. Y varios parlamentarios de Italia Viva ya han confirmado su lealtad a Renzi a cambio de que el país no siga en el caso actual si hay posibilidad de formar un nuevo Gobierno y salir de la crisis que arrastra desde hace meses.
La idea de un Gobierno de unidad nacional solo está siendo defendido por Forza Italia. Silvio Berlusconi, con el ojo siempre en los beneficios de sus empresas, cree que está opción daría más estabilidad a su país. Otra posibilidad sería que su partido entrase en la coalición, algo que ven con buenos ojos el propio Conte y PD. Eso sí, M5S tendría problemas para explicar esta solución a sus votantes.